Muro cortina es un término utilizado para describir la fachada de un edificio que no lleva ninguna carga más que la de su propio peso. Estas cargas se transfieren a la estructura del edificio a través de una estructura auxiliar de anclajes y apoyos de acero, sobre la que se acoplan elementos de bajo peso. Estos son fijados a la estructura resistente sin ser parte de ella, sino que gravitando.
Su espesor generalmente es de apróximadamente 10 cm lo que le da un aspecto ligero y fino. Su ejecución es rápida, a través de módulos fabricados de acuerdo al diseño arquitectónico de cada proyecto, generando una envolvente al edificio.
Sus componentes son:
- Elementos Resistentes: Columnas y Travesaños
- Elementos de Cerramiento: Paños vidriados u opacos
- Elementos de Fijación: Anclajes, Sello Estructural, Presillas
- Elementos de Estanqueidad: Sello, Goma Hermética (Burlete)
- Elementos Móviles: Para permitir la ventilación del interior
Su instalación se puede hacer en obra a través del sistema Stick, con elaboración de módulos en obra y con un sistema de retícula autoportante donde posteriormente se fijarán los elementos ligeros del cerramiento, o el sistema Frame, con elementos prefabricados y autoportantes que salen de fábrica y que son instalados ya listos en la fachada.
También existe el sistema Spyder, que permite el ajuste de cristales a la estructura por intermedio de elementos especiales articulados; los paneles acristalados son apoyados en una especie de “arañas” y sus rótulas, unidos a una estructura autoportante separada del plano de cristales.
Bien diseñado, este tipo de fachadas puede generar grandes ventajas, como el mejor control del aislamiento térmico, mayores ganancias de energía solar en verano y un importante ahorro energético por climatización. También podría permitir la ventilación natural en altura y el control del aislamiento acústico y visual. Pero muchas veces genera desventajas como el riesgo de recalentamiento interior, la necesidad de medidas adicionales de protección frente a incendios o en muchos casos, el fuerte reflejo de la luz solar hacia los edificios vecinos.
Es por esto que al diseñar un Muro Cortina se debe tener en cuenta la ubicación y la forma del edificio, el clima, la presión y succión del viento, la distancia entre losas y las juntas de dilatación, etc. Tal como todos los cerramientos exteriores, estos muros deben cumplir además las condiciones generales de la normativa vigente, garantizando la estanqueidad, su aislación térmica y acústica, además de recibir mantención cada cierto tiempo.
Fuente: Cámara Chilena de la Construcción / Strunor