- Área: 1702 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Benjamín López Vera
Descripción enviada por el equipo del proyecto. A continuación, la memoria por los arquitectos.
Esta obra consiste en una ampliación a un edificio que nosotros mismos realizamos para la Universidad Católica en el Campus San Joaquín el año 1997. El edificio original planteaba la existencia de un volumen longitudinal a lo largo de la avenida de acceso al campus. Este edificio alberga todas las oficinas de profesores y las salas regulares de la Facultad de Educación, y se constituye como frente público que protege y contiene una gran terraza orientada al norte y jardines del campus.
Sobre la terraza se encuentran una serie de volúmenes sueltos que contienen los programas especiales como salas-talleres, auditorios, magíster, etc. La nueva ampliación se constituye como uno más de estos volúmenes.
En el momento de hacer el proyecto original se planteó la idea de preveer ampliaciones, haciendo un proyecto completo del cual se construiría solo una parte. Como arquitectos, pensamos que era un error plantearlo así porque en la mayoría de los casos de edificios universitarios las ampliaciones presupuestadas no se realizan. Esto sucede porque a lo largo del tiempo las necesidades y medios van cambiando. Sugerimos en ese entonces hacer el proyecto completo sólo con los requerimientos de su momento y posteriormente se irían estudiando volúmenes aislados y autónomos para las futuras ampliaciones. Es así como se pensó el presente proyecto.
Después de usar 12 años el edificio original, la universidad planteó la crítica de que el edificio resultó muy rígido como estructura para acoger los cambios de uso propios de la facultad. Para esta ampliación entonces se pensó un edificio más neutro que fuera capaz de contener distintos usos y tamaños.
El único piso con un programa definido y rígido es el primero, que contiene un auditorio y dos salas de clases. Los pisos superiores consisten en plantas libres para oficinas que albergan las direcciones de la facultad y otros programas que se fueron definiendo durante la obra.
Al igual que el edificio original, la estructura es de hormigón armado a la vista. En esta oportunidad al hormigón se le incorporó pigmentación producto de la experiencia de otros edificios que proyectamos para la misma universidad.
Al ser un edificio de plantas libres, y por lo tanto de usos variables en el tiempo, las fachadas debían ser lo suficientemente fuertes por un lado para resistir y ordenar los tabiques interiores y por otro que estos no afectaran la vista exterior del edificio. Es por eso que se diseñó un muro cortina de quebrasoles y jardineras de hormigón visto. Este elemento es el protagonista del espacio interior y de la imagen del edificio por el exterior. Este mismo muro verde es el que controla el clima interior.