El Centro Comercial Los Cobres de Vitacura, diseñado por el arquitecto Jaime Bendersky, fue construido el año 1977, época en la cual se comenzaron a crear en Santiago los primeros Centros Comerciales. Esta obra presenta un modelo nunca antes visto en Santiago: 6 pabellones octogonales en torno a un gran espacio central: una plaza hundida, que ocupa la mitad de la superficie del terreno.
La idea espacial surgió por la razón de aumentar el perímetro comercial en el sitio, lográndose a través de módulos suspendidos para generar dos niveles de comercio. En su centro, podemos encontrar la cancha de patinaje, que, junto con la multiplicidad de recorridos perimetrales y tangenciales, y la presencia de los cines al fondo y abajo, le han dado vitalidad y vigencia hasta hoy.
El arquitecto genero este concepto, mediante una búsqueda de generar visibilidad total para los consumidores. Para activar esta decisión, se inserta en el suelo hundido una cancha de patinaje, que atraería al público. El complejo comercial de Vitacura, se abrió hacia la ciudad, dejando los pabellones con un libre acceso desde la calle, y a la vez, se construyeron espacios variados, atractivos y novedosos.
“…Nos planteamos el problema en el sentido de crear un lugar de encuentro. El terreno es muy amplio, son tres predios, en consecuencia nos permitía crear un gran espacio exterior conformado por estos “palafitos” y un cuerpo de remate. Un espacio exterior donde hubieran muchas vivencias, no solamente actividad comercial. Se da un repertorio muy grande en esa “plaza” con los juegos infantiles, los paseos, las terrazas, los estares, las confiterías, las heladerías, todo lo que atrae a la “lolería”… Pero sin el automóvil y la locomoción que en un momento dado cortan el espacio. Creamos un gran espacio donde el peatón tranquilamente puede deambular en un recorrido muy extenso y variado, alrededor de estos volúmenes de doce lados, todos unidos, aun con el nivel inferior, permitiendo estas variables…” ( Bendersky, Jaime: “Diálogo: Centros de Intercambio”).
Los volúmenes que se asemejan a “hongos”, son motivo de especial atención. El cambio de nivel de la plaza principal del complejo, ayuda a que estos pabellones parezcan como si flotaran, unidos entre sí por circulaciones tangenciales que emergen de los corredores perimetrales de cada uno de los volúmenes cubiertos por techo de cobre.
Finalmente, al final del complejo podemos encontrar el último volumen, de tres niveles de locales y dos salas de cine, hoy ocupadas por el Centro Cultural Amanda.
El modelo de comercio de Los Cobres de Vitacura, no se basa en los otros típicos, como los patios, los caracoles o los mall. Este Centro Comercial logró de esta manera ser un referente en el ámbito artístico, cultural, social, y arquitectónico de Santiago.
Arquitecto: Jaime Bendersky Ubicación: Vitacura, Santiago, Chile Año Proyecto: 1981 Referencias: Los Cobres de Vitacura, ARQ Nr. 62 (Vitacura: Testigo de la Avenida del Consumo a Chile), Docoposmo Fotografías: Docoposmo, Usuarios de Flickr: ongdebuenafe, Maca T., ak47_velasquez
