Ahora que termina el año… empiezan los cuestionamientos…
Según Wikipedia, “Un arquitecto (del griego arqui + tectón, que significa literalmente el primer obrero) es la persona encargada de planificar, diseñar y velar por el desarrollo de la construcción” . En su sentido más amplio, un arquitecto es alguien que interpreta las necesidades de los usuarios y las plasma en formas construidas. Es una disciplina a la vez técnica, artística y práctica.
Por tanto, un arquitecto debe conocer los diversos sistemas constructivos, los materiales y las técnicas para dar respuesta a los requisitos del cliente, cumplir las diferentes normativas de construcción y ajustarse a unos plazos y costes razonables.
Sin embargo, el sólo hecho de conocer sistemas constructivos y distintos materiales, respetar ciertas normativas, ajustarse a plazos y presupuestos, no implica convertirse en Arquitecto. La esencia del Arquitecto es, además de cumplir con todo lo anterior, que su obra busque el traspasar la simple ejecución para tocar un objetivo más elevado. Una suerte de alcanzar lo metafísico con lo físico, de modo que el edificio cumpla con las normativas, sea construida en materiales apropiados, dentro de un plazo razonable y dentro del presupuesto establecido, pero proponiendo una trascendencia que no era evidente al crearse el Encargo. Esto hace que la profesión de Arquitecto sea una de las más complejas de ejercer, ya que requiere una firme vocación artística y un sano juicio práctico, y ambos deben ser ejercidos a la vez y en todo momento… y bla, bla bla… parece que me quedo con estas definiciones:
(nótese el freudiano en el post anterior)