¿Con qué frecuencia se considera la energía radiante de los sistemas de acristalamiento?
A los arquitectos de iluminación les encanta el cristal. Es común usar los sistemas de acristalamiento en todas partes si es posible, lo que plantea un problema al usuario de confort térmico y por consiguiente, un problema de consumo de energía al incrementar el uso de los aires acondicionados. Mientras que existen varios productos como soluciones, ya sea al exceso de luz del día, el deslumbramiento o el consumo de energía, aún se tiene que buscar la solución comprensiva entre estos tres factores, si es que la dirección deseada es hacia un futuro sustentable en la arquitectura.
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De acuerdo al “gurú” de la iluminación y reconocido a nivel mundial: James Benya, la solución óptima es implementar un diseño de iluminación natural pasiva. Lo referente a esto se captura en el siguiente diagrama:
El uso de toldos es un ejemplo común que existe como accesorio para alivianar la incomodidad térmica en un diseño de iluminación que utiliza la luz natural. Desde Hamburg, Alemania, Warema nos presenta una obra fascinante y con un ejemplo excepcional del uso de toldos.
Otro ejemplo que se ve bastante es el uso de tragaluces, por lo que nos permite jugar con las geometrías del techo. La Casa Blanca en Prahran por Nervegna Reed Architecture + PH Architects nos da un ejemplo de esto.
¿Por que no simplificar la utilidad de otros productos como solución a la incomodidad térmica?
Benya nos explica que el éxito de cada producto depende de la ubicación y orientación a la arquitectura- los métodos y productos no siempre tendrán el mismo efecto para cada obra. Por ejemplo, el lado sur de una casa, tendrá una enorme cantidad de energía irradiada que hará que los usuarios cercanos a esta pared se sientan incómodos. Por intuición se bajan las persianas para crear una consola y prender el aire acondicionado al máximo. Efectivamente, sistemas de sombreado serán necesarias para el control de brillo, y en algunos casos la redirección solar puede ocurrir, pero es un resultado que sólo suele ocurrir con la orientación adecuada (de preferencia al sur) y un clima soleado.
Pedro Rogado y Vasco Mendia nos muestran en su obra, Casa en Vilamoura, el esquema de iluminación utilizando la luz del sol de acuerdo a la orientación de la casa.
Debido a que la reflectividad y la transparencia de los sistemas de acristalamiento son los criterios más importantes para la selección de vidrios porque afectan a la estética mucho más que cualquier otra propiedad, como arquitectos de iluminación se debe de prestar atención especial al resultado final de tal uso. Es común pensar que el ingeniero mecánico va a resolver el problema. Puede ser cierto, pero como diseñadores tenemos que equilibrar el confort térmico con la estética del diseño. El control de la luz del día es el fundamental para la sostenibilidad.
