La sede de Barcelona de las empresas Wunderman y Burson.Marsteller, se unen en un mismo espacio y se ubican en el edificio de L’illa, en Barcelona. El local dispone de 400 m2 y se crean dos zonas, una para la empresa Burson.Marsteller y otra para Wunderman, con espacios comunes como salas de reuniones, cocina y recepción.
La idea principal es mantener el espacio abierto de la planta, por lo que se generan dos circulaciones, una en fachada y otra por el interior. En el espacio intermedio se localizan las áreas de trabajo, que están delimitadas perpendicularmente a la fachada por armarios contenedores de madera lacada blanca, en los cuales se oculta la estructura vertical existente.
Además, se inserta en el centro una caja de vidrio que acoge los despachos de los directores, volcados cada uno de ellos al área correspondiente a su empresa. Los espacios de trabajo no se dividen con paneles sino que el espacio se organiza con muebles.
La zona de recepción era muy importante para ambas compañías, por lo que se genera una gran superficie limpia con un solo elemento que da espacio a la recepción: una mesa – banco de madera de roble macizo y junto a ella, 3 salas de reuniones revestidas en esta misma madera.