Hace unos meses atrás, dentro de F.A.Q., un ciclo de mesas redondas organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y su fundación, un grupo de arquitectos se reunió para discutir sobre el rol que juegan los medios de comunicación, los tradicionales y los emergentes, en el escenario actual de la arquitectura.
Bajo el nombre de “Visibilidad”, el encuentro planteó las preguntas habituales, y entre ellas una que nos interesa especialmente a nosotros: qué impacto tiene internet, y el surgimiento de sitios como Plataforma Arquitectura, pero también de varios otros, en la profesión.
Francisco Javier Casas y Beatriz Villanueva, comisarios de esa mesa redonda y socios en Brijuni Arquitectos, decidieron ensayar una respuesta en este artículo, que compartieron con nosotros. El título es sugerente: “Un nuevo Régimen”.
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Por Francisco Javier Casas y Beatriz Villanueva
Muchas son las cosas buenas que nos ha traído la sociedad de la información y el acceso a un mundo nuevo (o al mundo tal cual era y es) gracias a internet. La arquitectura, lógicamente, no ha quedado al margen, y ya se están escribiendo tesis acerca de la influencia de los medios audiovisuales y la representación de la arquitectura online en la propia arquitectura. Para no abarcar demasiado, nos interesa fijarnos en un aspecto también cambiante de la difusión de la arquitectura: la crítica arquitectónica.
Muchos nos preguntamos si, como algunos sostienen, la crítica de cualquier ámbito artístico es necesaria o no es más que una interpretación personal, por tanto subjetiva y quizá sin interés ya que puede haber tantas como personas. De hecho, la crítica parece haber desaparecido y simplemente queda un mínimo rastro de ella, tanto en las revistas de arquitectura como en las webs y blogs, en el formato de editores que seleccionan aquello que consideran interesante, publicándolo, obviando el resto.
Puede ser este el caso de Plataforma Arquitectura, que aparece mes tras mes como número uno de los portales más leídos y más influyentes (ambas cosas) sobre arquitectura en español, diferenciándose de sus directos seguidores, como Edgar González, que no publica obras o proyectos, sino una gran variedad de asuntos (al contrario de lo que hace Plataforma, mucho más centrada en la difusión de proyectos terminados,aunque con acierto incluya una sección de obras en construcción, por ejemplo), o Del tirador a la ciudad, donde las obras, los libros y las entrevistas se suceden en proporciones parecidas.
Por otro lado, La Ciudad Viva ofrece análisis y opinión pero apenas muestra obras terminadas, lo cual en cierto modo la hace diferente y necesaria en este póker de destacadas webs en español, todas ellas de sesgo bien diferente.
Más atrás aparecen portales de estudios particulares y equipos que muestran una gran diversidad de temas en una miscelánea infinita (Stepien y Barno, VAUMM, Arquitextonica, Ecosistema Urbano,…) y algunas donde la crítica, por fin, suele ser feroz (Nmas1) sobre asuntos profesionales de toda índole siempre en clave de humor, o muy seria y argumentada pero enfocada principalmente a las obras y proyectos de arquitectura (btbw architecture) como extensión de una actividad propia, constante y rigurosa que empezó en papel.
Finalmente, algunos agentes independientes realizan un análisis igualmente serio con un método primero descriptivo y luego analítico bastante ortodoxo (Arquitectura entre otras soluciones, Múltiples soluciones de arquitectura), cuyo carácter por ahora independiente suscita interés y cierto miedo en ciertos sectores del poder establecido.
Por supuesto las revistas tradicionales han querido ocupar un lugar en la blogosfera y algunas lo hacen con bastante interés y éxito (Tectónica) mientras que otras son sólo una triste prolongación (repetición) de sus anquilosados contenidos en papel que no suscitan por tanto ningún interés entre los internautas.
Olvidadas y enterradas quedan para la historia aquellas interesantísimas editoriales de los años cincuenta y sesenta donde Ernesto Nathan Rogers respondía desde las páginas de Casabella a los ataques al Neoliberty de Reyner Banham desde The Architectural Review que salpicaban y llegaban a interesar a Bruno Zevi o a Quaderns que igualmente enviaban cartas al director participando de esta y otras polémicas.
Revistas que no se leen
Nuestras revistas oficiales, salvando algunas bellísimas excepciones, son vehículos de difusión de otro tipo de conocimiento y donde el debate intelectual ha desaparecido de tal forma que no es raro escuchar a muchos profesores de Historia de Arquitectura, Estética o Composición su total desapego por ellas junto a la confesión de no leer ninguna de ellas desde hace más de veinte años. Una pena. La actividad, por el contrario, se centra en publicaciones de marcado carácter experimental y muy poca difusión que muchas veces son sólo ejercicios estéticos de maquetación y edición, cuando no una actividad cuyo único fin es engrosar el curriculum de profesores y alumnos.
Plataforma Arquitectura, sin ánimo de exagerar sus méritos por el hecho de estar ocupando este espacio en su casa, ocupa un lugar privilegiado y realmente influyente que, de hecho, para nosotros no era del todo conocido hasta que algunos agentes importantes de la profesión en España, entre ellos, Miguel de Guzmán (arquitecto y fotógrafo de arquitectura), subrayó en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en mayo de 2011.
Nunca hemos preguntado a Plataforma Arquitectura qué tipo de criterio sigue, de haberlo, para la publicación de obras en su web, o si reconocen interés en todas las que publican, en sí mismas, o al menos creen que sus lectores podrían encontrarlo aún en contra de su propio gusto, lo cual conformaría, porqué no, un criterio editorial de satisfacción a los lectores y no a los propios editores; quizá hoy puedan contestarnos.
Según Miguel de Guzmán y otros participantes en el F.A.Q. Visibilidad, un gran número de editoriales asiáticas y americanas miran con detalle los proyectos publicados en Plataforma Arquitectura para alimentar sus futuras publicaciones, situación que nosotros mismos hemos comprobado cuando hemos tenido la suerte de que Plataforma Arquitectura se interesara por alguno de nuestros proyectos.
“Según Miguel de Guzmán, un gran número de editoriales asiáticas y americanas miran con detalle los proyectos publicados en Plataforma, para alimentar sus futuras publicaciones”
Un nuevo filtro
De Guzmán afirmaba que no era ya necesario el salto editorial en papel para darse a conocer internacionalmente y que, probablemente al contrario, la enorme difusión de webs como Plataforma Arquitectura era más que suficiente para ello sin pasar por el habitual filtro de editores de publicaciones tradicionales que, ahora al revés, se servían de Plataforma Arquitectura para informarse y elaborar contenidos futuros a partir de la selección de esta y otras webs.
Aún así, y aunque muchos estudios empiezan a incluir en sus curriculums el haber aparecido en webs de prestigio, el ámbito universitario no lo tiene en cuenta como mérito en la difusión del trabajo propio; no sabemos si en el futuro podría hacerlo o si dada la maraña y dificultad para seleccionar entre los que seleccionan, es una tarea imposible ahora y lo será siempre en tanto en cuanto si la polución de textos sobre textos es inmensa (Steiner), el presumible incremento exponencial de páginas webs y réplicas de las mismas conformarán pronto (si no lo hacen ya) un panorama borgiano-babeliano que difícilmente la institución académica universitaria se atreva algún día a desentrañar.
Contra las amistades y jerarquías
Algunos proclaman que sí es posible, en cambio, que suceda que un nuevo régimen independiente, democrático y sin ataduras se alce libre y poderoso, respetando y ponderando el trabajo que otros han silenciado en favor de amistades y jerarquías establecidas de favores y castas, alterando así un orden inmoral y corrupto, reflejo del resto de nuestra sociedad, que aún quedará para el estudio de futuras tesis, polvoriento, cansado, olvidado en las estanterías de las pocas bibliotecas que hayan querido, aburridas, acopiar sus inolvidables mentiras de papel.
“Es posible que un nuevo régimen independiente, democrático y sin ataduras se alce libre, respetando y ponderando el trabajo que otros han silenciado en favor de amistades y jerarquías”.
En ese mundo ¿ideal? la libertad que proporciona este mundo virtual, la diversidad de voces y la pluralidad serán la mayor de las garantías para unos, pero también la más angustiosa de las pesadillas.
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Brijuni arquitectos. Estudio de crisis arquitectónica y especulación literaria. Lo forman Beatriz Villanueva (arquitecto y Master en Proyectos Arquitectónicos Avanzados -ETSAM-) y Francisco J. Casas (arquitecto y Master en Análisis, Teoría y Análisis de la Arquitectura -ETSAM-).AVE Córdoba-Madrid, 15 de febrero de 2012.
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