El hallazgo de los restos arqueológicos de la Murcia islámica en el Jardín de San Esteban va a permitir a la ciudad contar con uno de los episodios más densos, complejos y memorables de su tejido urbano. A continuación les presentamos la propuesta de Guillermo Vazquez Consuegra para un concurso nacional de ideas realizado este año.
La desaparición del jardín no supondrá pérdida alguna para la ciudad. Al contrario, una delicada estructura estratificada sustituirá ahora al viejo jardín. En el nivel inferior los restos del conjunto arqueológico, un nuevo espacio cultural, intenso y misterioso, visible desde la calle, abierto al disfrute y al conocimiento. El nivel superior viene definido por un nuevo espacio público, una plaza ajardinada desde la que poder observar también las ruinas, con numerosos parterres de vegetación arbustiva al resguardo del sol gracias a un denso entramado de madera entrelazado por las trepadoras.
El plano horizontal que conforma la plaza pública, ajardinada y arqueológica, se eleva sobre la calle la altura suficiente para que los restos arqueológicos puedan ser perfectamente visibles desde la cota de la ciudad. La presencia de suaves rampas en los bordes entrecortados de la plaza garantiza el acceso confortable a la misma. Una plaza que dibuja en su pavimento (hormigón impreso) la planta de la ciudad islámica que tiene debajo, perforando dos de sus grandes patios, por donde emergerán algunos árboles, y cubriendo con vidrio pisable alguno de los pequeños, a fin de llevar la luz natural a las ruinas.
Un enrejillado de celosías de madera, a distintos niveles, asumiendo en su trazado la planta de los restos arqueológicos, permitirá atemperar la luz natural, evitar el soleamiento directo y definir un espacio dinámico y luminoso recorrido por las sombras, que bien pudiera evocar la atmosfera bulliciosa de la antigua ciudad islámica. Por último estas celosías de madera incorporan, en forma no visible, estrechos y largos captadores solares fotovoltaicos que junto al aprovechamiento de la energía geotérmica para climatización, la eficiencia y el bajo consumo de los sistemas incorporados van a garantizar que tanto la exposición permanente, el Centro de Interpretación así como la plaza pública, sean autosuficientes desde el punto de vista energético.
Arquitecto: Guillermo Vázquez Consuegra Colaboradores: Juan José Baena, Elena Vilches, Raquel Ruiz, Alex Nicholls, Alberto Nania, Alessandro Gerosa. Año Concurso: 2012 Estructura: Edartec Consultores Ingeniería: Insur J.G. Promotor: Consejería de Cultura y Turismo de la Región de Murcia
Fuente: afasia