- Área: 1510 m²
- Año: 2007
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Fotografías:Cristóbal Palma
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en las Colinas de las montañas Dolomitas italianas, este nuevo hotel
se ha desarrollado como una entidad que fluye libremente de la topografía y se identifica por una serie de tiras de Madera que conforman una secuencia en la fachada con unidades perpendicular entre sí.
La piel como estrato
Dado que la forma se ha desarrollado a partir de diferentes directrices de planificación local, la distribución lineal de las unidades, las vistas y la orientación solar, el hotel es el resultado de las constantes negociaciones entre estos parámetros así como la respuesta topológica a las pintorescas tipologías constructivas que existen en la zona. Aplicando la lógica de las cartografías topográficas como puede ser el hecho de indexar las secciones horizontales como líneas continuas, el volumen se forma como una serie de estratos que funcionan como una entidad artificial que mantiene un dialogo con el entorno natural. Además, estas secciones horizontales funcionan como líneas de control, siendo capaces de generar curvas de geometría híper-parabólicas.
El edificio es una extensión de un Apart-Hotel existente. Debido a que el contexto existente no poseía condiciones adecuadas para ampliar directamente la construcción existente, la parte antigua y la nueva pueden conectarse solamente en un nivel subterráneo y mediante un volumen pequeño en la planta baja.
El programa del nuevo edificio se divide en dos partes: En la parte derecha se realiza una adición al eje de habitaciones, todas ellas orientadas para captar la mejor iluminación solar posible. Al lado opuesto se ha construido un espacio cuya función es alojar a los dueños del hotel.
Las dos partes se dividen visualmente entre sí mediante la construcción de un volumen que se adapta perfectamente a la topografía existente y puede leerse como una continuación del paisaje.
El programa de este volumen da privacidad a cada una de las dos zonas del edificio, conceptualmente el paisaje natural se desarrolla dentro del artificial y el punto en el que se unen lo natural y lo artificial es la fachada del edificio, compuesta por una serie de bandas de madera que van plegados en todo el volumen y de este forma se conectan con las diferentes partes a la topografía de la ladera.
Las habitaciones se han desarrollado como apartamentos familiares: todas ofrecen espacio suficiente para una sala de estar y comedor que se divide mediante el mobiliario de la habitación de los padres, dejando libre de esta forma, el espacio que se transforma en la habitación de los niños. Cada habitación tiene un balcón orientado para captar la radiación solar, detrás de la fachada de madera, la superficie interior es totalmente de vidrio. En el mobiliario se repite el material exterior: madera de alerce de la localidad. Una serie de tiras de madera se utilizan en el interior de manera fluida para desarrollar estanterías, sofás y otras piezas de mobiliario y de esta forma, lograr integrar interior y exterior. Cada planta se ve acentuada por un esquema de color diferente.
