El punto de partida para muchos arquitectos y estudiantes, al momento de enfrentar un proyecto, es la búsqueda, revisión y estudio de referentes. De alguna manera lo que se busca con esto, es ver cuál es el estado de la arquitectura, frente a un cierto programa o caso a realizar.
Hay quienes, sin embargo, creen que los referentes, cuando no se estudian de manera madura, coartan la creatividad, hacen que los proyectos pierdan originalidad y que se caiga en el lugar común o inclusive en la copia.
El emplear referentes requiere de una cierta madurez, que permita quedarse con la esencia o lo fundamental del asunto, y evitar rescatar los rasgos más superficiales o cosméticos de los proyectos, que los vuelvan parecidos formalmente, a sus fuentes, lo que suele confundirse con plagio.
El revisar que se ha hecho y que se está haciendo, es un ejercicio muy sano para todo arquitecto o estudiante, ya que permite aprender de aquellos que tienen mayor experiencia y capacidad por un lado, y ayuda a romper y salirse de ciertos prejuicios que todos podemos tener al momento de enfrentarnos a algo nuevo o incluso algo ya muy abordado. La arquitectura es una disciplina que está en constante desarrollo y por ende, nos exige, a mi parecer, estar al día y estudiando constantemente, sin importar la experiencia que se pueda tener sobre un tema. Es muy sano ver también que hacen aquellos más jóvenes y que tienen menos años en la arquitectura, por ende, menos prejuicios, como podemos ver en los talleres universitarios.
Creo que aquellos que están constante mirando y estudiando son también aquellos que llevan la delantera al momento de proponer y que nunca se estancan en ciertas épocas o que creen tener la verdad sobre un cierto tema. Lo contrario sucede con aquellos arquitectos, que porque creen tener mucha experiencia en un cierto tema, se estancan en ciertos momentos o arquitecturas y sus proyectos quedan congelados en una cierta época.
Finalmente creo que estudiar y mirar constantemente es un deber que tenemos como arquitectos, sin embargo, debemos ser astutos en saber que mirar. Evitar las modas y ser capaces de ver también más allá de la arquitectura, quizás en la naturaleza, el arte, la escultura, la ciudad o incluso en aquello realizado por gente anónima y de manera espontanea.
No por nada, los grandes arquitectos siempre han realizado viajes de estudios, han dibujado, registrado, fotografiado y estudiado constantemente y en todas las épocas, entendiendo quizás que todo ya está inventado, y que lo que hay que hacer, es las cosas un poco mejor.