Normalmente las mesas son un elemento rígido que determina la configuración del espacio. En este caso, el arquitecto Alfredo Nader, buscó hacer una mesa que pudiera adaptarse a diferentes ambientes y actividades y que pudiera acomodarse en múltiples posiciones, generando diferentes formas.
El resultado es una mesa sencilla a base de dos elementos opuestos, que logran unirse para generar un tercer elemento (A+B= AB), permitiendo una gran variedad de posibilidades formales.
La mesa está fabricada con madera maciza de residuos de la construcción, lo que permite que sea lo suficientemente rígida para poder usarse como banca. Todo está modulado a 50cm; largo, ancho y alto.