- Área: 515 m²
- Año: 2004
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Fotografías:Mito Covarrubias
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En un nuevo y exclusivo fraccionamiento de la ciudad de Guadalajara que promueve una arquitectura innovadora se encuentra ubicada esta obra donde converge el trabajo de los arquitectos Ricardo Agraz, Paolino di Vece y Santiago Ibarrarán plasmando así su constante inquietud por encontrar una creativa y especial manera de habitar.
Se construye un volumen que arremete contra el fondo del sitio para conquistarlo limpiamente, desprendiéndose casi por completo de los bordes lo que genera una casa liberada de su terreno.
Un gran volumen contenedor, da lugar a los recintos públicos, estar y comedor se articulan y proyectan hacia un gran patio interior que animado con una alberca y una terraza de madera generan un sólo gran espacio. Esta concepción del espacio genera la multiplicidad y flexibilidad del mismo lo que libera a la vivienda de recorridos dirigidos y condicionados.
Un patio que es capaz de generar condiciones de habitabilidad óptimas con el manejo preciso de elementos espaciales del diseño. Una gran viga hacia el poniente cierra por una de sus caras conteniéndolo y dándole movimiento ya que es acá donde convergen todas las dinámicas del habitar de este espacio. Es así como acompañando a este gran espacio de flexión de la casa surge la escalera que amablemente asciende hacia el segundo nivel descubriendo en el ascender una gran celosía de madera que deja pasar la tibieza de la luz dejándonos frente a nobles recintosque tensionan la casa en el sentido fundacional del contenedor.
El acceso en doble altura y bañado por la luz de su cara principal permiten darle presencia y soltura a un espacio que como fin último es el gran recibidor que alberga elementos de arte que dan la bienvenida al hombre.
Los lugares para los servicios como la cocina se encuentran en directa relación con las fachadas, permitiendo generar variaciones sobre las mismas al cambiar la figura del espacio interior, esto generado por paneles en madera que en su movimiento rompen las fachadas y liberan al espacio.
Como resultado de esta búsqueda se generan nuevos ambientes; rotundos y con una clara vocación de trascendencia espacial. Encontrando eco en la simple constatación de la obra con su entorno, donde la luz es la esencia de una nueva e interesante manera de vivir. Proyectos innovadores y contemporáneos deben ser capaces de trascender en el tiempo, lugar ynecesidades del cliente como única garantía de que el habitante pase a ser por excelencia el gran protagonista del espacio.
Resulta imperativo entonces la claridad y voluntad de acompañar a la obra en todo su proceso creativo. Por lo cual el trabajo de arquitectos como Salvador Aguirre en la ejecución de obra y Oscar Peña de la Mora en arquitectura interior cautelan la armonía necesaria para la adecuada y certera realización del proyecto.
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