El equipo de Estudio DWGBA ha compartido con nosotros su propuesta para el concurso de la Ex-Brigada en Tucumán. Se trata de la rehabilitación de un edificio austero, rústico y espacialmente pobre, despojado de gran parte de su cuerpo original dejando sólo una muesca de lo que fue. El proyecto pretende rememorar y reconocer el pasado, un espacio abierto a la comunidad para construir un futuro.
Más imágenes y la memoria de los arquitectos, a continuación.
Ahora una nueva mutación consecuente, posibilitará albergar páginas de la historia de un pueblo escritas a fuerza de oscuridad, silencio y horror. El marco físico albergará relatos ciertos y posibles, palabras dichas y supuestas que piden ser contadas, transmitidas, conocidas. Rememorar y reconocer lo pasado en el presente, desde el espacio que actualiza aquello que constituye parte y marca dolorosa de nuestra historia. Un espacio iconoclasta; un espacio sin imágenes ni lugares comunes sino abierto a las posibilidades de la expresión de las voces de la comunidad en la construcción del futuro; no lineal o rectilíneo, donde los desniveles y movimientos, cual instantes fugaces, recuerdan que en el devenir mientras se recuerda, construimos y somos lo que vendrá.
El primer espacio de la propuesta es un recorrido; un recorrido nuevo y extraño a la vieja lógica espacial del edificio existente y sus restos, que no representan lo central de la tipología. Procura presentar otra forma y otra manera que convive con lo existente, pero que se despliega en su totalidad sólo una vez accedido al edificio. Esta lengua va desde la calle y introduce y acompaña a los visitantes por la totalidad del edificio emergiendo como un recordatorio de las entrañas del edificio hacia el espacio público abierto.
Desde la lengua entramos al edificio existente que ahora es sólo un espacio de evocación, evitando toda imagen precisa o mensaje directo pero capaz de albergar futura expresiones del arte o la historia. Completa la cubierta y el muro posterior un pieza de hormigón nervurado soportado por columnas irregulares con perforaciones capaces de ventilar pero también producir un efecto lumínico particular entre haces, reflejos y sombras que evoca una visión del pasado. Descendemos del 0,00 de la calle hasta los -4,00 mts. donde accedemos al segundo espacio que funciona de foyer pero también permite muestras y otras expresiones ser desarrolladas recibiendo la luz proveniente de la plaza por medio de un piso de vidrio transitable.
Este nuevo espacio contiene el auditorio y una sala de exposiciones divisible, pero a su vez toda esta planta puede ser utilizada como un espacio único si fuera necesario. Sobre sus laterales patios ingleses reciben aire y luz para la optimización del uso de los recursos del edificio; este mismo nivel alberga la administración y los depósitos que se arman en torno a dos patios ingleses al frente del edificio procurando la iluminación suficiente y necesaria para las funciones pero también la aislación del edificio existente orientando los accesos. Accediendo independientemente del edificio enterrado está la plaza pública que se relaciona por medio de los patios mencionados y organiza sectores de reunión y actividad comunitaria celebrados por la pieza emergente que culmina el recorrido de la totalidad del edificio. Los usos de los primeros dos espacios y este ultimo pueden darse de forma independiente.
Arquitectos
Pablo Medinaceli, Victoria Fernández, Juan Cazado, Miqueas MontiUbicación
San Miguel de Tucumán, Tucumán, ArgentinaÁrea
1100.0 m2Año Proyecto
2012Fotografías
Courtesy of Estudio DWGBA