Descripción enviada por el equipo del proyecto. La normativa en Mungia, municipio cercano a Bilbao, obliga a utilizar en las nuevas construcciones una cubierta a dos aguas con teja, a fin de mantener un identificable estilo arquitectónico en la zona. Sin duda, es bueno que se busque cierta uniformidad arquitectónica; la experiencia ha demostrado que no hacerlo puede dar lugar a auténticos crímenes estéticos. Pero eso no impide que se busquen soluciones originales que, respetando las leyes, pongan al día las tipologías existentes.
Eso hemos hecho en el núcleo rural de Basozabal, donde acabamos de terminar una nueva vivienda en la que una gran cubierta a dos aguas cubre dos volúmenes cúbicos, de formas modernas. Separados por el acceso a la casa, uno alberga, estructurado en dos plantas, los dormitorios, con el principal ocupando toda la planta de arriba. Un gran salón con chimenea ocupa el siguiente. Comunicado visualmente con el cuarto de los propietarios, se extiende hasta el techo de vigas de madera. A un lado queda el comedor y la cocina, y detrás la piscina.
La cubierta se ha confeccionado en madera, un trabajo llevado a cabo por la empresa Egoin, mientras que el resto de la envolvente está hecho con piedra caliza perlato. Este material se extiende por el suelo en la zona de acceso a la vivienda y conjuga con armonía con el acero cortén empleado en las jardineras y los alcorques –que protegen la base de los árboles– situados en la zona delantera de la parcela. En la parte posterior, el jardín ocupa con una gran superficie verde salpicada de olivos y otros árboles, lo que le confiere un carácter natural al conjunto. Allí, la piscina, que sigue el eje marcado por la cubierta, toma un papel protagonista.
La vivienda la ha construido la empresa E3D2008, para la que el diseño y la sostenibilidad van de la mano. Todas las estancias disponen de suelo radiante alimentado por una caldera de pellets, consiguiendo así que la casa tenga una calificación energética A.