Un habitáculo para un escenario catastrófico: Casa de Mimbre 
El Magíster en Arquitectura en enero de 2009 convocó a los estudiantes del programa a concursar para la formulación de un habitáculo de emergencia, en un escenario de catástrofe posible. Las catástrofes naturales se encuentran en aumento debido, aparentemente, al calentamiento global. Miles de personas pierden sus hogares en acontecimientos tan diversos como: un incendio forestal, un terremoto, un aluvión, un maremoto, un tornado, o una inundación. El caso de Chaitén, donde la erupción de un volcán destruyó por completo la ciudad, es el último de los episodios locales. Así, año tras año los gobiernos deben crear albergues transitorios que solucionan el problema inmediato de alojamiento, y posteriormente deben entregar viviendas permanentes, para las personas afectadas. En estas situaciones es necesario entregar una solución intermedia entre una carpa o tienda de campaña y un hogar definitivo. Las diversas circunstancias que acompañan estas catástrofes, hacen necesaria la formulación de un habitáculo de emergencia.
Para efectos del concurso, se entendió por habitáculo de emergencia, una vivienda transitoria que puede ser fácilmente transportada y armada en el lugar de la catástrofe. Este habitáculo debía contener al menos dos espacios, uno de alojamiento para 2 personas y otro de extensión para actividades de reunión. La propuesta debía responder a los requerimientos propios de una catástrofe propuesta por el alumno, estableciendo así condicionantes propias del escenario imaginado. El proyecto debía estar sujeto a las siguientes condiciones:
Tomando la definición dada por el encargo y analizando el tema en el territorio concreto de la realidad nacional, se podría decir que la respuesta empleada hoy en Chile, para abordar el problema de la habitación temporal, estaría dada por la ya bien conocida “mediagua”. Constructivamente la mediagua consta de 8 paneles: 2 pisos, 2 laterales, 2 frontales y 2 traseros, 2 cumbreras, papel fieltro, 8 laminas de zinc, 15 pilotes de 1,5mt y 8 vigas de 1×4″ vigas y 6 costaneras de 2×2″ para el envigado del techo. Este habitáculo de emergencia ha mantenido su vigencia en 50 años y no ha sido superado por ninguno de los modelos realizados por arquitectos ni diseñadores. Por el contrario, la mediagua se ha ido arraigando de tal forma, que se ha convertido, bajo el proyecto “Un techo para Chile” o “Un techo para mi país”, en la vivienda transitoria más exitosa tanto para la escena nacional como internacional. ¿Por qué el modelo no ha cambiado? ¿Dónde radica su éxito? Revisando las alternativas entregadas por diseñadores y arquitectos como respuesta a este tema, se podría decir que el factor común, está dado por la materialidad liviana y efímera de telas, plásticos y cartones, lo cual si bien responde muy bien a la eficiencia en cuanto a velocidad de reacción, responde definitivamente muy mal al problema de la habitación. Paralelamente a esto, nos encontramos con que “Un techo para Chile” ha hecho de este prototipo un éxito arquitectónico. Esto, porque la mediagua, ha sido transformada a través de la estrategia de construcción, en una de las mayores ventajas del producto final: el espacio y tiempo de roce social. El problema de la vivienda de emergencia, se presenta así, no sólo como un problema de los afectados, sino más bien como un problema social.
Estos puntos de vista se exponen para destacar cómo la mediagua, aunque sigue siendo una respuesta más torpe en la eficiencia de reacción al problema, es mucho más eficiente a la hora de resolver el problema en sí mismo. Según esto, el problema del habitáculo de emergencia, quedará situado, ya no sólo bajo puntos de vista de la velocidad de traslado y montaje, sino más bien a factores asociados a un carácter social e intrínsicamente humano: la habitabilidad. Según esto y con la intención de investigar posibles alternativas de competencia para la mediagua, las condiciones propuestas para el nuevo habitáculo se situaron bajo las siguientes perspectivas:
Del Objeto al Espacio Se propone cambiar el punto de vista de un objeto de mimbre desde el exterior, hacia el interior de él. La propuesta que aparece, tiene que ver con la capacidad del mimbre de construir espacios, especialmente de controlar la luz y producir sombra. El proyecto se propone como una búsqueda de las posibilidades del mimbre como lugar de habitación.
La intención entonces, es poner de manifiesto las propiedades técnicas del material y su capacidad de responder a problemáticas de la arquitectura contemporánea tanto de carácter local como globalizado:
Finalmente, la construcción del habitáculo consta de 3 partes fundamentales:
