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Arquitecto: Otxotorena
- Área: 11062 m²
- Año: 2012
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Fotografías:José Manuel Cutillas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto tenía como objeto la rehabilitación y adaptación del edificio de la antigua Audiencia Territorial de Justicia de Pamplona para su uso como sede del Parlamento de Navarra. Su objetivo era la adecuación de un edificio de fines del siglo XIX, catalogado y protegido por las leyes locales relativas al Patrimonio Histórico Artístico, para un nuevo uso de carácter público y representativo como el parlamentario. Resultó ganador del concurso de ideas celebrado al efecto en el año 1995. Y debía estar basado en la conservación íntegra de la envolvente exterior de la construcción original.
El edificio fue construido entre los años 1890 y 1897, y es uno de los más señalados exponentes de la denominada arquitectura ecléctica característica de su tiempo con que cuenta Pamplona. La tarea ha consistido, en explotar sus posibilidades para acoger los espacios requeridos para el nuevo uso. Y busca la conjunción de lo antiguo y lo nuevo, con el acento en los recursos del diseño a estos efectos, dentro de unos criterios generales de elegancia y sobriedad.
El proyecto se basa en el empeño de ir más allá de una mera reutilización de la fachada para tratar de que la operación se entienda como un cambio de uso del edificio ligado a su profunda transformación. Y tal operación consiste en el vaciado del interior de la planta mientras se mantiene la crujía exterior del volumen en todo su perímetro. Tal crujía se conserva íntegramente, y el espacio abierto de este modo se acota mediante una piel de vidrio que lo cierra en horizontal y en vertical.
El proyecto, por tanto, vacía el patio interior del volumen para hacerlo capaz de acoger los espacios más representativos de su nueva función, en especial el Hemiciclo y el amplio Atrio que le da acceso; y envuelve en vidrio el espacio libre interior, delimitando el volumen construido. Se mantiene en toda su altura el anillo perimetral que constituye la crujía edificada exterior, ligada a las fachadas: en ella se distribuyen los espacios administrativos del programa, repartidos según su jerarquía en las diversas plantas.
La visión de la envolvente exterior del edificio viene marcada por su escala monumental y su elaborada fábrica de ladrillo y piedra; y se respeta íntegramente, de acuerdo con los criterios establecidos al respecto por las instancias de la Administración Pública encargadas de la protección y preservación del Patrimonio. Precisamente, destaca su contraste con la imagen de modernidad del nuevo tratamiento del espacio interior; esta imagen está basada en la expresión de una valiente estructura colgada, construida en acero inoxidable, que soporta una pared perimetral de vidrio y un gran techo plano del mismo vidrio: el resultado es un gran vaso transparente, compuesto por una cuadrícula de vidrios fijos sobre carpintería de aluminio, que cierra interiormente el volumen. Su protagonismo y omnipresencia evocan la transparencia deseable de las instituciones públicas y representativas de la democracia como sistema político; y favorecen el contacto directo con el cielo de toda la actividad del edificio, proporcionándole notables cotas de confort espacial y visual. Esto es posible gracias a las especiales características del vidrio, que proporciona un alto grado de protección frente a la radiación solar.
La resolución del programa de necesidades persigue la mejor adecuación del programa ideal enunciado y redactado en su día por el Parlamento a los condicionantes derivados de las preexistencias. Según lo dicho, la organización de las funciones del edificio pasa por reservar los espacios centrales para los usos más representativos, emplazando las áreas de trabajo en la crujía perimetral que se conserva de la fábrica original. Este encaje incluye una ordenación de la planta en horizontal, que empieza por reconocer su relevancia a la fachada principal del edificio y a la escalera institucional que lo recorre en altura y va adecuando su paso a las diferencias de cota existentes entre las sucesivas plantas.
La distribución de usos se ha hecho ciertamente a partir de la ubicación de los espacios más representativos de cada planta (Area de Presidencia en la primera y Salas de Comisiones en la segunda) en la fachada principal. Y se basa en la diferenciación de los espacios destinados al uso administrativo con respecto de aquellos más específicamente políticos. Los primeros ocuparían, en las distintas plantas, el ángulo más agudo del perímetro, mientras que la 'U' restante se dedicaría a albergar los espacios de uso político: la presencia de dos núcleos accesorios de comunicación vertical actúa como elemento activo para la delimitación de los dos tipos de usos.
Esta ordenación en horizontal, en todo caso, se compone con otra en vertical que dedica la planta de semisótano existente a los usos más institucionales (Salón de Sesiones, Sala Institucional, Atrio) y a las dependencias de almacenaje y servicio (cafetería, depósito de libros, archivo general, vestuarios, almacenes varios, etc.); la planta baja alberga aquéllos que tienen más contacto con el público (Biblioteca, Servicios Generales, graderío del Salón de Sesiones, Sala Polivalente, Sala de ruedas de prensa, etc.) y el Área del Gobierno; la planta primera se constituye como planta noble con la presencia de los espacios destinados a Presidencia y Mesa y a los Servicios Jurídicos, Letrado Mayor e Intervención; y en la segunda planta se encajan las dependencias de los grupos parlamentarios y las Salas de Comisiones, además del Servicio de Traducción y Prensa. Se construye además una nueva planta de sótano aprovechando el vaciado del patio, para aparcamiento. La planta bajo cubierta está íntegramente destinada al emplazamiento de maquinaria de instalaciones.
Haciendo un recorrido por el funcionamiento de las distintas plantas se pueden destacar algunas otras decisiones significativas. El nivel de acceso se sitúa a una cota intermedia entre las de la planta baja y la planta de semisótano; la entrada se hace a través de un vestíbulo que contiene el control de accesos y sirve para conectar por arriba con el cuerpo de guardia y por abajo con los vestuarios de los policías forales. La conexión con la planta baja se hace mediante una escalera ascendente, y el acceso a planta de semisótano se esculpe en el suelo del vestíbulo. En la planta de semisótano se distinguen claramente los espacios institucionales (Salón de Plenos, Atrio y Sala Institucional), que ocupan el área central de la manzana, con respecto de los espacios destinados a servicios (almacenaje, vestuarios, archivo y mantenimiento), ubicados en la crujía exterior. Entre ambas áreas circula un corredor de servicio.
La Cafetería ha sido alojada en esta crujía, directamente accesible desde el Atrio, para reforzar el grado de privacidad de esta dotación, pensada para uso exclusivo de parlamentarios y personal del edificio. La condición de espacios de doble altura que poseen tanto el Salón de Plenos como el Atrio y la Sala Institucional les hace emerger en la zona central de la planta baja. El resto de dependencias de esta planta se aloja en la crujía perimetral. El área administrativa de esta planta se dedica a los Servicios Generales, y el resto queda ocupado por los usos más en contacto con el público (tribuna del Salón de Plenos, biblioteca, sala polivalente y sala de prensa) y por las dependencias destinadas a cuerpo de guardia y personal. La planta primera y la segunda, desde el punto de vista funcional, responden a un criterio semejante: los espacios de trabajo y reunión ocupan la crujía exterior y el acceso a ellos se produce a través de un pasillo perimetral que asoma al patio.