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Arquitectos: Alfonso Gomez Raby, Jorge Mora de la Fuente; Alfonso Gomez Raby, Jorge Mora de la Fuente
- Área: 193 m²
- Año: 2007
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Fotografías:José Salinas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto está ubicado en el balneario de Los Molles, a 180 km. al norte de Santiago, en un sector llamado “Punta Pescadores”, donde el borde costero sinuoso y el fuerte oleaje marcan una situación de especial atractivo en las formaciones rocosas y las vistas de la puesta de sol.
El terreno es un sitio en segunda línea de mar, con restringida vista y una orientación poco habitual, ya que el mar está hacia el sur-oriente.
El encargo consistía en una casa de fin de semana para una familia de Santiago de 4 integrantes más invitados, con vista al mar, buenas terrazas y exteriores que permitieran colgar y secar el equipo de buceo, entre otras cosas.
El volumen de la casa se cierra hacia la calle y abre las vistas al mar. El interior, de color más claro y cálido, contrasta y enfatiza la intención de una cáscara de color gris que protege y a la vez recubre la estructura que eleva la casa en busca de la restringida vista al mar.
La articulación de los volúmenes se produce en el vacío de acceso, asumiendo el cambio de ángulo como encaje de las direcciones existentes en el lugar, generando, desde el interior, vistas que enmarcan lugares singulares y buscan el sol del norte.
Una aproximación al proyecto fue a partir de una condición de estructuración, propuesta por el mandante, de profesión calculista; una mesa metálica.
Se propuso una mesa metálica liviana, de 2 niveles, que eleva los volúmenes habitables en busca de la restringida vista al mar, permitiendo a la vez mayor libertad estructural.
Sobre esta base estructural de pilares y vigas metálicas, se completa una casa de madera de tabiques que complementan el sistema constructivo.
Los tabiques, como planos opacos, al exterior están revestidos con tabla de piso de pino de 1” x 4”, lo que les da un aspecto liso y continuo, al no marcar sus uniones. Siguiendo esta idea, en las ventanas de los tabiques se estudió un detalles que dejara pasar las tablas una por medio con el fin de reforzar la idea de lleno y vacío en la composición de las fachadas; tabiques llenos y el vacío de los grandes ventanales.
Los vanos se enmarcaron con piezas de pino de 2”x 6”, para rematarlos constructivamente y engrosar la línea de encuentro entre llenos y vacíos.
Al interior se usó tabla de cielo, material que se ocupó para algunas puertas de muebles incorporados de la zona pública (baño visitas y despensa) con el fin de dar continuidad al revestimiento.
El piso es de tablas de demolición mezcladas de raulí y laurel, material que también se utilizó para los muebles de cocina, siguiendo la idea de las ventanas, una tabla por medio deja entrever su interior, dando liviandad y continuidad en el detalle y el material.
Se optó por reciclar maderas nobles, por su resistencia, color y calidad, mezcladas con madera de pino nueva, con tecnología de secado, calibrado e imprimado, logrando condiciones que soporten la intemperie en el clima costero de la zona central.