Por Andrés Briceño
A finales de la década de los ’70, la oficina Larraín Murtinho y Asociados Arquitectos, hoy, Murtinho+Raby Arquitectos, comenzaba a gestar uno de los proyectos más emblemáticos de la década de los ’80 en la ciudad de Santiago, y que tiene la particularidad y la virtud, de ser uno de los edificios que fundó en la comuna de Providencia, el centro urbano que hoy por hoy es. Esta “fundación” fue el reflejo de una gestión que tenía como fin primordial, mantener y defender códigos urbanos que en aquellos tiempos estaban trastocados fundamentalmente por el interés inmobiliario de invertir en edificios que contenían galerías comerciales tipo “caracol”.
En ese contexto, los arquitectos autores del proyecto, se enfrentaron directamente con los gestores y promotores inmobiliarios, para convencer al mandante del tremendo error que significaba dejarse llevar por la moda del edificio “caracol”. Esta visión urbana de los arquitectos, no exenta de polémicas, abogaba por una idea urbana que negase estas especulaciones inmobiliarias y que fuese capaz de construir ciudad alejada de modas consumistas. Tal como dice Teodoro Fernández L1., “Si no se recuerdan los “caracoles” y el gran entusiasmo que produjeron en las empresas inmobiliarias, es difícil comprender en su cabalidad la propuesta de Plaza Lyon”.
Los arquitectos defendieron las ideas urbanas que empatizan con el barrio, con la conformación de la manzana, con el portal peatonal, con el patio o la plaza interior, con la fachada continua y las galerías interiores que cruzan y penetran los centros urbanos (característica fundamental del urbanismo chileno, materializada en nuestro centro histórico de Santiago). Esta gestión de defensa; buscaba la unidad de la manzana por sobre la disgregación de ella, buscaba otorgar una identidad y una modernidad que en la actualidad sigue definiendo a Providencia. Es decir; buscaba no destruir la trama urbana del barrio, por más que se trate de un edificio de 80.000 m2.
En esos años, el contexto urbano en que estaba situado el terreno de Plaza Lyon, no consideraba el paso del metro, ni la densidad comercial y residencial que hoy prima. Menos se podía vislumbrar el dinamismo que cuenta el paseo en la actualidad. Es en ese sentido, que la estrategia urbana y arquitectónica del edificio, fue pionera en comprender el valor que tenía conectar directamente un edificio con un programa arquitectónico múltiple (vivienda, oficinas, estacionamientos y comercio), con una de las estaciones del la nueva línea 1 del metro santiaguino.
Es por ello, que la gestión urbana propuesta y diseñada por los propios arquitectos también se hizo cargo de traer la estación Los Leones, a las faldas mismas del edificio, y construir en conjunto con ella, una galería comercial que emergiera desde el propio subterráneo hasta el corazón mismo del edificio.
La gestión de esta pieza urbana, en todas sus instancias y con todos los actores fue un trabajo contundente y que evidencia la importancia para la obra arquitectónica de una gestión, a palabras del propio Pedro Murtinho, “desde la arquitectura y no por la arquitectura”.
La construcción de este escenario urbano, dialoga con diversas escalas urbanas, con diversos lenguajes espaciales, y con lo necesario para contener la diversidad social que demandan los centros urbanos dinámicos y reales. Esto expone una lección a la especulación urbana del consumo, a la construcción de la ciudad por medio de escenografías ficticias, exportadas, y que deambulan más en el ámbito de conceptos de marketing que conceptos arquitectónicos, urbanos y culturales.
Hoy, Plaza Lyon vive con bastante lucidez, respira con la madurez que brinda pasar casi 30 años acompañando a la ciudad, brindando la posibilidad de disfrutar de su diversidad, y seguir siendo sin más, un negocio apetecido. Su arquitectura, posee detalles que exponen ciertas expresiones del postmodernismo, materiales que en algunos casos requieren de atención y mantención, pero un edificio que es capaz de mantener su riqueza a través de los años, por los conceptos que le fundaron, es un logro que creo prudente rescatar.
Obra: Edificio Plaza Lyon Arquitectos: Pedro Murtinho, José Larraín, Ricardo Contreras, Luís González, Humberto Eliash, Santiago Raby Arquitecto Colaborador: Higinio González Dirección: Avenida. 11 de Septiembre 2221, Providencia, Stgo. Año proyecto: 1979 Año construcción: 1980-82 Cálculo Estructural: Ing. Del Sol, Vogel y Mujica Construcción: Constructora e Inmobiliaria Agsametal Superficie construida: 80.000 m2 Superficie de terreno: 10.000 m2
