Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo consistió en una vivienda unifamiliar de descanso, con la proyección a futuro de transformarse en vivienda definitiva. Ubicada en el borde del lago Llanquihue, frente al imponente volcán Osorno y en un terreno con una suave pendiente, se proyectó esta casa de líneas simples, donde una de las exigencias era mantener el respeto por la arquitectura local, tanto en su materialidad como en su morfología y funcionamiento. De este modo se dio origen a un volumen sencillo de 2 aguas, similar a los galpones lecheros de la X región de Chile.
El programa interior se concibe en base a un eje central el cual une las zonas comunes de la casa con el sector de los dormitorios. A este pasillo se le dio una relevancia importante tanto en sus dimensiones como en su luminosidad, generando un eje de luz natural producto del desplome de los techos. La orientación y la aislación térmica fueron un punto importante en pro de mantener el confort térmico deseado, así como también la luminosidad general de la casa, aprovechando al máximo las horas de sol.
Otra exigencia relevante fue la necesidad de contar con exteriores techados debido a las largas temporadas de lluvia. De esta manera, la casa enmarca una gran terraza que vuela sobre vigas de hormigon a la vista, que mira al norte, el lago y el volcán, y por la cara sur, dentro del mismo volumen del “galpón”, la zona de estacionamientos y acceso.
Las terminaciones interiores lograron generar una atmosfera muy cálida, gracias a las maderas nativas predominantes (piso de ulmo, revestimientos interiores de mañío), y la estructura a la vista (canelo, mañío). Del mismo modo, la espacialidad del sector común, integra la cocina, el living y el comedor dentro de una gran cubierta con vigas a la vista, donde se aprecia la altura total del volumen.
El resultado fue una casa de diseño honesto con su entorno, y de una atmosfera interior muy cálida y sencilla, la cual se adapta a la perfección con su entorno y clima.