Asistimos quizás al último gran espectáculo de la era industrial, con sus mega estructuras, su saturación visual, su ruido mediático y su física presencia. El despertar económico de China de los últimos 25 años, no sólo ha entregado miles de m2 a la modernidad global y a sus experimentos individuales, sino que ha acelerado el colapso de una época. Existe acaso alguna forma que no sea capaz de desarrollar la técnica? Luego del estadio de Herzog & de Meuron, las aventuras de Gehry, las piezas industriales de Zaha, las acrobacias en Dubai, bajo el agua y sobre ella. Nos sorprendería realmente una torre de 1km de altura o un edificio que flote? Difícil. Ya no hay objeto o individualidad capaz de sorprendernos, seguir pensando el futuro desde una posición omnipresente no tiene ningún sentido y por lo demás es desconocer la realidad.
Borges decía: “Nadie puede alegar originalidad en literatura todos los escritores son meros traductores y anotadores de arquetipos preexistentes”…” La imagen que un solo hombre puede formar es la que no toca a ninguno”…
En arquitectura Mies: “Creo que la arquitectura poco o nada tiene que ver con la invención de formas interesantes ni con preferencias personales, siempre es objetiva y es la expresión de la estructura interna de la época”… Así como Manhattan fue el laboratorio de la modernidad, Beijing dona su territorio para los últimos experimentos de ésta. Nos toca ahora develar la estructura interna de esta época, detectar sus elementos, su esencia objetiva, descifrar su valor. Más que individual y visual, pienso en comunicativo y colectivo. Wikipedia, Google Earth, Photosynth o este mismo sitio son algunos territorios donde ya esta ocurriendo.
texto e imágenes: Abel Erazo
