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Arquitectos: Mount Fuji Architects Studio
- Área: 123 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Kenichi Suzuki
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno se encuentra en la cima de la sierra de Hakone, en la soleada llanura de Odawara, la que alguna vez fue plantada de árboles frutales.
El lado sur tiene una vista clara hacía la bahía de Sagam y al norte, una montaña funciona como muro protector frente a los fuertes vientos. Árboles de hojas anchas entregan sombra suave en verano y durante el invierno pierden sus hojas, permitiendo a la débil luz del sol calentar el suelo de las montañas húmedas.
Un perfecto entorno de vida estaba allí, esperando en silencio ser encontrado. Un lugar “habitable” debía establecerse ahí.
Mi misión como arquitecto es llamar a la "habitabilidad" latente de la tierra, ajustarla y ampliarla, ya que esta entrega lo suficiente para que un hombre pueda vivir. En resumen, el objetivo fue construir una arquitectura completamente organizada por la tierra.
El resultado fue reducir el diseño y dejar sólo los factores constructivos fundamentales, el establecimiento de marcos y la construcción de un techo, después, "escuchamos a la tierra" y tomamos una decisión.
Dos sistemas de pórticos (de unos 12 metros) se combinan en un cierto ángulo para adaptarse a la ligera curva del lugar y formar un conjunto de bastidores con estructura de celosía en el centro. El marco es de madera de chapa laminada (de 38 x 286 mm). La estructura fina se logra mediante la distribución eficiente de las fuerzas.
Estas columnas/aletas también desempeñan un papel divisor semi-transparente que separa el espacio sin apretarlo. Cada inclinación de las vigas es en una dirección diferente hacia el norte, para soportar el techo, manejar las lluvias y variar las alturas. El techo en conjunto con el suelo inclinado le da una variación espacial que la vida compleja requiere.
Como se puede ver, las características del sitio (geomorfológicas, la cantidad de lluvia, entre muchas otras) añaden una "geometría" especial a la arquitectura. Esto determina la estructura y el espacio de vida resultante y trae armonía entre ellos.
Si el arquitecto, como el origen de la palabra indica, decide el orden de la arquitectura (= geometría) mediante la adopción de un reconocimiento minucioso (= metría) de la tierra (geo =), la arquitectura consecuente tendrá un fin claro, manteniendo la continuidad que viene desde la misma tierra.
"Observar el sitio de cerca y encontrar su geometría oculta". Eso representa casi la totalidad de nuestro diseño y nuestra obra, es su esencia.