Arquitecto: Enproyecto arquitectura Ubicación: Calzada de Calatrava. Ciudad Real. Castilla-La Mancha, España Cliente: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Consejería de Cultura Patrocinador principal: CEMEX S.L. Constructora: FERCOPE S.L. Estructuras: Álvaro Leonardo Presupuesto: 80.000€ Fecha de concurso: diciembre de 2007 Finalización: Enero de 2009 Fotografía: Ricardo Santonja, Emilio Valverde
Concepto La obra se sitúa en el pueblo natal del cineasta, Calzada de Calatrava, en el corazón de la Mancha más profunda.
El planteamiento del concurso preveía un monumento que enlazara la tierra natal de Pedro Almodóvar con su obra cinematográfica, marcada por la presencia constante de referencias a la cultura y el paisaje manchego. Así pues, la idea principal del proyecto se basó en hacer un homenaje a la propia Mancha, encuadrando, como si se tratara de un fragmento de una de sus películas, un “fotograma” del paisaje. La línea del horizonte queda secuestrada dentro de la pieza y forma parte de ella. Las formas escalonadas se inspiran en el foco de una cámara de cine, que a su vez resuelve la accesibilidad y el uso del monumento como punto de encuentro, mirador o escenario para conciertos o entregas de premios.
El parque donde se ubica está en un pequeño montículo, lo que permite a la pieza tener un gran protagonismo en el paisaje y presidir la entrada del pueblo desde la carretera. El color rojo es un guiño al propio Almodóvar, que se identifica a si mismo con este color. Los muros de la escultura están impresos con una textura que recuerda a los escenarios de sus películas.
Construcción La pieza está construida con un tipo de hormigón coloreado autocompactante desarrollado por CEMEX que permite ser transportado con toda la mezcla dosificada desde la fábrica, necesitando sólo hidratarlo y amasarlo en la obra mediante un silo transportable. Esto permitió fabricar un hormigón muy específico en lugar muy remoto, donde no había posibilidad de conseguir hormigones especiales. El hecho de poder realizarlo con las dosificaciones exactas permitió una homogeneidad perfecta en la coloración de las distintas tongadas, evitando así los posibles errores de dosificación de aditivos y colorantes.
Se eligió el hormigón autocompactante por la capacidad que tiene de reproducir texturas de manera fiel y por la facilidad de colocación, dada la densidad de armaduras que tiene el pórtico resistente. El hecho de no necesitar vibrado evitó la segregación del hormigón.
Las texturas se realizaron colocando en el propio encofrado de paneles fenólicos unos relieves de poliestireno expandido, consiguiendo también diferentes texturas y marcando de manera más eficaz las formas.