El edificio multifamiliar ubicado en la calle Roma, Lima, Perú, es uno de los edificios que marcaron la arquitectura moderna de la ciudad. Esta obra, con destacadas características formales, influenciada tanto en el modernismo como en la arquitectura colonial limeña, fue diseño del arquitecto suizo Teodoro Cron el año 1949 y construido en 1950.
El edificio se caracteriza por reinterpretar la forma y respuestas al medio ambiente que adoptaba las viviendas coloniales, pero llevándolo a un volumen moderno influenciado por el legado de Le Corbusier, en la manera de articular los departamentos en un espacio reducido donde cada uno integra un pequeño patio; en los llamativos pilares diagonales; y la doble altura del frontis de los departamentos hacia el pequeño parque del frente.
Este pequeño edificio entre medianeras alberga 4 departamentos dúplex, que se ensamblan entre sí, adoptando gran riqueza espacial dentro de un pequeño espacio. La fachada que da hacia el pequeño Parque de San Isidro, se caracteriza por el predominio del muro, que se apoya en 5 pilares inclinados, entre los cuales se generan los accesos de los garajes de cada departamento.
El arquitecto planteó estos departamentos dúplex tipo vivienda-estudio, donde existe un constante juego entre los grandes espacios, que permite una circulación fluida entre ellos. La búsqueda de soluciones tecnológicas y estéticas de la arquitectura local, junto a lo planteado por Le Corbusier en las Unidades de Habitación, ayudó a encontrar las proporciones de cada recinto y su distribución.
La zona de servicio se encuentra en el centro de la planta, entre el pasillo de acceso común del edificio y las zonas de estar de cada departamento. De esta manera, al acceder al interior de la vivienda, un pequeño hall de distribución conecta la cocina y baño con el estar de doble altura que a través de una escalera se llega al dormitorio-estudio, balconeando hacia el espacio principal.
Una gran ventana de proporción casi cuadrada, que sobresale del muro de la fachada con un marco, ilumina el espacio de doble altura. Para el control de la iluminación interior, esta ventana está protegida por una celosía de madera, similar a la que se utilizaba en la arquitectura colonial.
El encaje de los departamentos en el volumen total permite que las dos viviendas que miran hacia la calle, también tengan una terraza en el último nivel, que mira hacia el patio, el cual, dividido en dos, pertenece a los departamentos traseros, rematando en un estudio con una terraza en su cubierta.
El volumen que compone el edificio multifamiliar se destaca por su fachada opaca y simple que se perfora para generar las grandes ventanas de los estares y para abrir pequeños vanos que agudizan su carácter pesado, pero que es contrastado por la ligereza de la madera entre los pilares inclinados que lo soportan.
- Año: 1950