Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Ruta del Peregrino tiene un largo aproximado de 117 kilómetros. Cada año, más de dos millones personas vienen de diferentes partes de México para hacer el recorrido por las montañas. Empiezan en el pueblo de Ameca y tienen como destino final Talpa de Allende, donde visitan la virgen del Rosario en un acto de devoción, fe, y purificación.
Esta peregrinación anual se realiza principalmente durante Semana Santa por personas de todas las edades. Este “turismo religioso” había perdurado por años sin reconocimiento ni apoyo del gobierno, hasta hace poco.
Con la ayuda de un equipo internacional de arquitectos y diseñadores, el gobierno de Jalisco ha apoyado la implementación de infraestructura para los peregrinos, como servicios básicos, miradores y ermitas, distribuida a lo largo del recorrido haciendo la ruta más permanente y ayudando también a crear o fortalecer el ingreso económico de los habitantes que viven a lo largo de ella.
MIRADOR LAS CRUCES
Aquí había dos cosas que mirar: la vista panorámica del valle, al tratarse del lugar más alto del recorrido; y las cruces. Por tanto, éste tenía que ser un mirador de doble frente. Nos pareció importante, además, crear una buena sombra dura, sólida y una ventilación cruzada a la vez, cuestiones que se agradecen en las peregrinaciones y caminatas largas.
Para construir esto, pensamos en un elemento monolítico, más cercano a la infraestructura que a la arquitectura. De hecho, pensamos en recoger algo de agua en el extremo en volado: el agua acumulada dentro de la penumbra funcionará como un espejo horizontal, que introduce, al menos por un momento al año, algo de brillo a una obra básicamente opaca.