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Arquitectos: Borja García
- Área: 550 m²
- Año: 2012
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda está integrada en un complejo de viviendas entre medianeras y consta de cinco plantas. El núcleo del proyecto es un gran espacio abierto en la planta baja y una escalera escultórica realizada en hormigón que guían al visitante a los pisos superiores. Los materiales, con un uso absoluto del color blanco, son siempre desnudos y sinceros. El sótano, un gran espacio abrigado entre muros de hormigón, conectan la casa con la piscina. Ésta, también construida en hormigón blanco, representa un gran plano de agua flotando al nivel del resto del terreno.
Nos encontramos en el corazón de la localidad de Ontinyent (Valencia), en una antigua fábrica textil convertida hoy en sede corporativa de la empresa de mobiliario de exterior Gandía Blasco. El objetivo principal del proyecto, integrar la nueva actuación residencial en la totalidad del conjunto arquitectónico existente. Por esta razón la vivienda se plantea como una ampliación de la modulación y sistema estructural de la antigua instalación, completando miméticamente la manzana original. De este modo se pretende que el paso del tiempo absorba las ligeras diferencias que puedan existir dando como resultado un único edificio.
La vivienda, ubicada entre medianeras y con unas dimensiones de 22x7 metros en planta y cinco niveles construidos, se resuelve con un sencillo esquema de banda de servicios que recorre toda la extensión de la planta albergando las piezas menores (baños, lavadero, aseos, etc.). El resto de estancias vuelcan a ambas fachadas dejando la zona central del edificio para una potente escalera de hormigón que atraviesa la vivienda en su componente vertical dotando de personalidad a cada espacio que cruza.
La planta baja, en relación directa con el contiguo showroom de la firma, reparte una sucesión de espacios de carácter social que finalizan en una doble altura presidida por un enorme mural que recorre las mejores imágenes de la historia de la empresa.Toda la selección de materiales y acabados ha velado por una coherencia total, tanto dentro del propio proyecto como con la identidad de la propia firma Gandía Blasco. La sinceridad constructiva, el blanco absoluto presente en toda la obra y el tratamiento desnudo y mate de los acabados comulgan con el imaginario que proyecta la marca a través de sus productos.
Por último, la otra gran protagonista del proyecto, una piscina de hormigón blanco que encierra una caja de agua suspendida en su interior. Las proporciones de la piscina dialogan con la fachada trasera de la vivienda y las escaleras de acceso son una continuación del sistema utilizado en el interior del proyecto.
El resultado global es una vivienda elemental en su diseño y en su materialización pero con una potente solución constructiva que dota al proyecto de una fuerte identidad y carácter.