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Arquitectos: Francisco Mangado
- Área: 2100 m²
- Año: 2002
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Fotografías:Roland Halbe
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Con el objeto de proporcionar dotaciones deportivas a los pequeños enclaves rurales de la zona, las autoridades pusieron en marcha un concurso de arquitectura para elegir un prototipo que pudiera extenderse con mínimo presupuesto a varios ayuntamientos.
Planteado como una solución genérica para un lugar sin rasgos específicos, la propuesta alude de forma indirecta a la lluvia como denominador común del paisaje gallego. Una cubierta convexa en forma de gran canalón se propone así como rasgo identificador del proyecto, que por otra parte se caracteriza por su compacidad y por su capacidad de adaptación a distintas situaciones urbanas.
Agrupados en un cuerpo único, dos volúmenes de doble altura albergan respectivamente el gimnasio y la piscina. Entre ambos vacíos el cuerpo correspondiente a la cocina, la cafetería y el restaurante se inserta como un puente abierto lateralmente a estos dos espacios dominantes mediante sendos huecos que reproducen la forma de la sección.
Bajo esta zona ubicada en la primera planta se localizan los vestuarios, la sauna y el botiquín. Dos huecos rasgados en la parte inferior de los testeros constituyen el segundo grupo de elementos invariables del proyecto, incorporando el paisaje circundante al gimnasio y la piscina, respectivamente; otros ventanales corridos en la parte alta iluminan con luz rasante el plano del techo, subrayando la independencia de la cubierta respecto del resto del edificio.
Un mismo pórtico formado por pilares de hormigón y una viga curva de madera laminada sustenta geométricamente la sección variable de la cubierta, cuyo papel de plano portador del agua se enfatiza mediante una gran bajante en una de las esquinas del prisma.