Soy Shigeru Ban, fundador de Shigeru Ban Architects. Ahora tengo oficinas en Tokyo, Paris, y Nueva York. Además soy el fundador de una ONG, Voluntary Architects Network (Red de Arquitectos Voluntarios), trabajando en zonas de desastre. La arquitectura es mi vida. Y lo que más disfruto.
¿Cómo ves tu rol como arquitecto?
Cuando era joven, un estudiante, nadie hablaba sobre trabajar en zonas de catástrofe. Me sentí desilusionado cuando me convertí en arquitecto, porque generalmente trabajamos para gente privilegiada que tiene dinero y poder, y somos contratados para visualizar su poder y riqueza con arquitectura monumental. Me gusta hacer monumentos, porque los monumentos pueden ser grandes tesoros para las ciudades, pero también veía que mucha gente sufría a causa de los desastres naturales, y el gobierno les entregaba equipamiento de evacuación y vivienda temporal muy pobre. Yo creo que puedo hacerlo mejor. Ese es un rol importante para mí: seguir trabajando zonas de catástrofe.
¿De donde viene tu interés en los materiales?
Realmente, no me gusta estar influenciado por las modas del día a día. Siempre, en la arquitectura, ha habido estilos de moda o muy populares, pero me gustan arquitectos como Frei Otto o Buckminster Fuller, quienes crearon sus propios estilos. Así que cuando hice el tubo de papel/cartón, que era bastante resistente, pensé que podía ser un material estructural. La gente normalmente piensa que desarrollar algo nuevo es algo high-tech, pero incluso usando un material al desnudo, un material humilde, un material existente alrededor nuestro, este puede ser usado como estructura – dándole un nuevo significado y más función. Así que lo que hago no es inventar algo nuevo, tan solo estoy usando un material que existe en nuestro alrededor, como parte de la estructura de los edificios.
¿Abordas el trabajo pro-bono de la misma manera que otros encargos?
No hay diferencia entre un encargo normal de un edificio o un proyecto para zonas de catástrofe que hago como pro-bono. La única diferencia es si se me paga o no. Pero para mí, es lo mismo. Desde el punto de vista del negocio, es difícil realmente. Le dedico mucho tiempo a estos proyectos pro-bono, pero la primera instrucción es la misma – son pago o sin pago. Además, junto a mis socios desarrollamos juntos los proyectos, así que puedo dedicarle tiempo a los proyectos pro-bono, lo cual es un rol muy importante para mí como arquitecto.
¿Cuál fue tu experiencia como estudiante?
Tras finalizar la escuela vine a los Estados Unidos sin hablar inglés. Cuando estaba en la escuela quería ir a Cooper Union. Estaba la publicación japonesa A+U y en 1975 ellos publicaron una edición especial sobre John Hejduk y Cooper Union, la cual me hizo querer ir a los Estados Unidos. Nadie sabía sobre Cooper Union en ese entonces, por lo que tenía que ir a los Estados Unidos, y ellos no aceptaban estudiantes extranjeros. Así que empecé en Sci Arc y luego me transferí a Cooper Union. Fui muy afortunado por el resultado. Tuve la de oportunidad de tener la experiencia de dos escuelas poco usuales – Sci Arc en la costa Oeste y Cooper Union en la costa Este. Ambas son escuelas pocos usuales con directores muy fuertes. Tuve la experiencia de ambos extremos en la costa Oeste y en la costa Este. Tuve una educación muy especial con muy buenos profesores.
¿Qué es lo que te inspira?
Siempre me sorprende la artesanía de la gente local, a donde sea que voy. La artesanía y los materiales locales me sorprenden – para pensar en diseño. Ahora, trabajando en las Filipinas luego del terremoto y sifón, la gente sigue viviendo en casas tradicionales de bambú. El bambú se usa como estructura y pantalla. Sé que el bambú es tan difícil de usar de manera estructural y cumpliendo al mismo tiempo con los códigos de construcción. Pero aún así en las Filipinas hay muchas tecnologías locales, vernaculares, así que traté de combinar el tubo de papel, que está disponible localmente, con una pantalla de bambú para diseñar un refugio temporal para víctimas del tifón.
¿Cómo te sientes al haber ganado el Premio Pritzker?
Es un gran honor, pero aún no se como asimilarlo. Por que siento que es aún muy temprano para mí, por que aún no he alcanzado cierto nivel como arquitecto. Así que me lo tomo como una motivación para seguir haciendo gran arquitectura al mismo tiempo que trabajo en zonas de catástrofe. También, me gusta seguir enseñando. La educación es una parte muy importante de lo que hago. Incluso ahora no entiendo el significado de recibir este premio, pero todo lo que te puedo decir es que no quiero que me haga cambiar. Tan solo quiero seguir haciendo lo que hago.