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Arquitectos: Estudio ELGUE; Estudio Elgue
- Área: 140 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Marcelo Sandoval
En un tiempo donde todo es desechable... donde casi todo es consumo rápido y desecho, para luego volver a consumir y desechar; donde el sector de la construcción es responsable de gastar aproximadamente el 65%de los recursos naturales, el 40% de la energía y generar el 50% del total de los residuos del planeta. A la cantidad de energía que se requiere para calentar hornos industriales para producir cemento, acero, cal, material cerámico, vidrio, aluminio, etc. se le suma la cantidad de energía necesaria para la ejecución de obras, además la que se requiere para transportar los materiales de un continente a otro y finalmente, la que se consumen en edificios.
Planteamos la alternativa de la reutilización de materiales de desecho y de recuperación, como un desafío particular y colectivo; como exploración de posibilidades para mitigar ese impacto de daño ambiental descripto.
Se produce entonces una suerte de alquimia, para convertir ese material ignorado, ese escombro/estorbo, en el protagonista principal de la obra, material resucitado entre los muertos, vuelto a nacer para que vigorosamente en complicidad con la luz reescriba una historia cargada de dignidad y optimismo...
El encargo consiste en un espacio híbrido; vivienda /taller, habitación/trabajo, vida /sustento; donde cada parte puede funcionar independientemente o como una monopieza.... una unidad productiva urbana.
El proyecto surge de la demolición y desmantelamiento total de una construcción existente (ladrillos, maderamen, tejas, tejuelas, aberturas, artefactos eléctricos y sanitarios, etc.), dejando en pie algunas paredes y utilizando en su totalidad estos materiales recuperados en la nueva obra. En el caso del ladrillo, asumiendo claramente la porosidad matérica implícita en el uso de estos materiales recuperados y sin selección; razón por la cual asumimos la obra con la idea de un dibujo a mano alzada de trazo grueso, como un Boceto; renunciando intencionalmente a la "buena terminación".
Identificamos las paredes existentes con el revoque y color; dejando al descubierto la piel porosa nueva. Ensayamos criterios de arquitectura bioclimática; proponiendo unos poros de respiración en ladrillo común hueco, empotrados en muros y losas para circulación natural de aire, orientados hacia los vientos dominantes; con lo que reducimos el uso de aparatos de AA. Estos poros además, proyectan mosaicos de luz en el piso, según avance el día, como marcas del paso del tiempo en el espacio.
Un sistema de extracción de aire caliente por convección, con la utilización de ventanas bajas para entrada de aire y altas para salida. También proponemos unos paneles difusores de luz retráctiles, para iluminación natural por doble rebote en placas y techo, con lo que se logra la disminución de uso de iluminación artificial durante el día.
Ante la imposibilidad de cortar los vidrios templados recuperados, empotramos en pisos o muros, ajustando así la medida según necesidad. Para la carpintería de madera fueron usados residuos de embalajes, tipo palets. La gran mayoría de los artefactos de iluminación fueron reutilizados de la construcción demolida. El costo total de la obra es de 13.000 USD por 140 m2 construidos, lo que supone mucho menos de la mitad del costo de una construcción tradicional en el Paraguay.
El edificio tienen una doble lectura en su imagen; por su condición hermética, de día absorbe las imágenes de la vegetación circundante por sombra, como una pantalla de proyección que va mutando a lo largo de las horas, a la noche bajo los efectos de la luz, la piel vibra y los poros de respiración proyectan sombras a modo de trazos ,como si de un Boceto se tratara…