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Arquitectos: Nitsche Arquitetos; NITSCHE ARQUITETOS
- Área: 2539 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Nelson Kon
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Proveedores: Concresteel, Pertech, Prismatech
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto presenta algunas cuestiones importantes tanto en el aspecto urbano cuanto en los aspectos de la cualidad del espacio y de la optimización del terreno:
El proyecto saca partido de la topografía, aprovecha la posición estratégica del terreno en relación a la ciudad, y pone la arquitectura como protagonista para valorar el metro cuadrado construido y conferir nuevo aspecto al espacio de trabajo corporativo.
El terreno está emplazado en la calle João Moura, en el fondo del valle por donde pasa la Av. Sumaré. La calle João Moura es una importante conexión entre los barrios Vila Madalena y Pinheiros. Para el que pasa por la Av. Sumaré, el edificio tendrá una marcada presencia. Por eso buscamos atenernos especialmente a la fachada lateral norte y entenderla como un gran panel, compuesta por aberturas y mamparas coloridas. Para quien pasa por la calle João Moura, el piso de acceso está retranqueado 10 metros de la alineación frontal, el doble de lo necesario por ley, garantizando así un respiro para la calle y resaltando la recepción que avanza en dirección a la calle.
El proyecto también saca partido de la topografía accidentada del terreno y acomoda la construcción de manera sutil, dispensando movimientos de tierra o excavaciones, incluso para los ambientes subterráneos.
Son determinados dos espacios colectivos importantes: la entrada descrita arriba y el piso de la plaza de utilización común en la cuota del fondo del lote (+12m). La plaza es la continuidad del jardín de los fondos, y promueve la conexión total del lote en un único plano. Los fondos del terreno están conectados con la escalinata de acceso a la calle Cristiano Viana.
Otra característica importante del proyecto es la relación entre el área construida y la distribución de los espacios y terrazas. El proyecto no utiliza el máximo potencial constructivo permitido por ley, y deja a cargo de la arquitectura la valoración de las áreas construidas: los ambientes son amplios, con 2,7 metros bajo el foro; las vigas son pretensadas y chatas; los pilares son retranqueados de la fachada; los cierres son independientes y las plomadas son periféricas y "rociadas". Esas características garantizan gran flexibilidad de uso y cualidad espacial. El edificio también dispone de terrazas con distintas dimensiones, que cualifican los conjuntos y, como dicho al principio, confieren un nuevo aspecto al espacio de trabajo corporativo.