- Área: 346 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Tamara Uribe
El terreno de esta casa, se encuentra frente a un campo de golf. En nuestra primera visita al sitio fue notable la cantidad de árboles nativos que se encontraban en el terreno. Nuestra primera solicitud al cliente fue que era necesario hacer un levantamiento topográfico detallado de toda la vegetación. Desde un inicio teníamos el propósito de respetar todos los árboles del terreno. Una vez tuvimos en nuestras manos el levantamiento, nos enfrentamos a un reto notable… la posibilidad de conservar todos los árboles, al menos todos los de mediano y gran tamaño suponía una complejidad importante. Después de estudiar múltiples alternativas usando esquemas o layouts convencionales (en U, en L, en dos o tres cuerpos, etc.) nos dimos cuenta que en cualquiera de ellos tendríamos que talar una cantidad importante de árboles.
A partir de ese punto decidimos generar un proyecto de múltiples piezas habitables pequeñas que se filtrarían entre la vegetación de manera que se respetaran todos los árboles. Esto nos llevó a pensar en que el concepto de la casa habría de ser como una aldea en la que uno recorre en el exterior de manera sinuosa entre los árboles para ir de una construcción a otra.
Para hacer más evidente esta postura del proyecto, las estancias habitables de la casa se diseñan como paralelepípedos de base rectangular o cuadrada que son muy contundentes y claros en su presencia volumétrica. En contraste los senderos exteriores y los de vinculación interior (techados y cerrados lateralmente con cristal) se funden con el entramado sinuoso, orgánico y aparentemente complejo que genera la distribución de los árboles. Se concibe la casa como una “aldea” de tal manera que para llegar a cada espacio se tiene que recorrer un camino a través de árboles... como se haría en una aldea en la selva.
El programa consiste en 3 recámaras, cuarto de juegos, sala, comedor, cocina, áreas de servicio y un área social exterior con alberca. El área social funge como integrador de las áreas de servicio y apoyo con la zona privada. Las habitaciones se agrupan en un conjunto de piezas de manera que se generan patios interiores seguros para los hijos pequeños de la familia. Se aprovecha ubicar las zonas de servicio y apoyo en la zona del terreno que no tiene vistas hacia el campo de golf. La distribución de las áreas sociales y privadas permite conformar un espacio exterior rico en calidad de ambiente desde el cual se fugan las visuales hacia la profundidad del campo de golf.
Aun tomando en cuenta la notable complejidad y peculiar distribución en planta, la casa se presenta al contexto y al usuario como una construcción sencilla, sin mayores pretensiones que disfrutar la vida y el singular contexto natural.