- Área: 450 m²
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Fotografías:Federico García
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Proveedores: Hunter Douglas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se sitúa en un terreno plano de 1500 metros cuadrados en un área residencial emergente dentro de la ciudad de Mendoza en la República Argentina. Una zona de clima típicamente continental, con grandes amplitudes climáticas entre estaciones donde la poca brisa proviene mayormente desde el Sur.
El proyecto es una oportunidad para repensar la instalación de viviendas suburbanas en entornos emergentes en el espacio urbano latinoamericano contemporáneo. Entendiendo el espacio como estimulador, proponiendo geometrías sensibles a condiciones de clima y operando desde una conciencia sustentable.
La casa se recorre siempre en relación a un patio central de carácter íntimo, abriendo los espacios principales hacia a un gran jardín
perimetral de uso más público y una condición más húmeda. Los espacios principales se organizan con orientación norte de manera de obtener una ganancia térmica directa por asoleamiento, los espacios menores de carácter más íntimo, se orientan al este hacia un ámbito propio, dejando los servicios al oeste.
Debido al movimiento natural de las masas de aire, el volumen de aire del patio central se eleva por temperatura provocando vacío y absorbiendo los beneficios ambientales del jardín perimetral a través de los espacios interiores de la casa.
Una serie de elementos apoyan esta estrategia encausando las brisas del sur, disminuyendo la sección de paso y logrando una aceleración natural que apoya todo el sistema. El mismo recurso es utilizado en el patio central a partir de una pequeña abertura en el muro de hormigón.
El gran tabique que emerge desde el patio central, con la misión fundamental de proteger la casa de la radiación solar proveniente del oeste, termina además resolviendo el ámbito de acceso. Para protección de la cara oeste se optó por un sistema de fachada ventilada con un material micro perforado, que a su vez resuelve la fachada principal de la casa.
La búsqueda radica en encontrar contrastes, enfrentando un dramático ámbito de acceso desde donde es posible ver sólo suelo y cielo a un espacio interior abierto y profundo, donde pueden entenderse varias instancias visuales, donde todo parece estar en espacio y tiempo simultáneo...
La materialidad del proyecto está dominada por un exoesqueleto de hormigón estructural a la vista realizado con tablas de pino cepillado que alcanza en el proyecto una expresión sutil y severa. El material microperforado de la fachada cambia su expresión dependiendo de las condiciones de iluminación. Los planos de guatambú lustrado natural, los tableros negros de las puertas y el resto de los materiales operan por contraste alcanzado acabados satinados y brillantes de manera de contrastar con la estructura principal.