Arquitectos: Cristóbal Vial Decombe, Verónica Bravo
Ubicación: Lago Colico / Región de la Araucanía
Mandante: Luis Héctor Bravo
Estructura: Cristóbal Vial, Verónica Bravo
Construcción: Sergio Silva
Iluminación: Concepto Iluminación
Fecha inicio: Agosto 2008
Fecha término: Diciembre 2008
Superficie construida: 70 m2 (interiores) / 55 m2 (exteriores)
Materialidad Estructura: Pilares y vigas de pino oregon
Revestimiento exterior: Teja de coigue y cristal
Revestimiento interior: Machihembrado de pino
Piso: Madera de coigue
Cubierta: Plancha zinc gravillada
Fotografías: Cristóbal Vial
La casa se ubica en la ladera sur del Lago Colico, sector que solo se puede acceder a través de una pequeña embarcación, ya que la fuerte topografía y la enorme masa arbórea impiden un camino directo. El rápido crecimiento del núcleo familiar genero la demanda de un nuevo espacio el cual permitiera la mayor cantidad de actividades comunes, para así mantener la mayor parte del día a la familia reunida.
Como punto de partida se derribo el estar existente, y en este mismo lugar se encargo proyectar uno nuevo. Esto genero una propuesta que buscaba, por un lado, mantener la materialidad de las construcciones existentes, y por otro generar espacios abiertos a la naturaleza del entorno, impulsando un nuevo orden de distribución de esta vivienda que a lo largo de 33 años se ha ido mutando, pasando por su historia arquitectos de la talla de Alemparte y Barreda y Francisco Vergara.
Dentro de los requisitos planteados por el mandante, este espacio protagónico debía ser de planta cuadrada (8×8 metros) y tenía que calefaccionarse por medio de dos chimeneas. Esto nos planteo una distribución de diferentes ambientes, tanto interiores como exteriores. Se propuso un comedor de niños, un ropero de acceso y enorme espacio de 4,80 metros, en el punto más alto, generando vistas tanto verticales como horizontales.
En cuanto a la estructura de la ampliación, se utilizó solo madera de pino oregón, la que se planteo desde un comienzo como un esqueleto totalmente reconocible, formando contrafuertes que, hacia el oriente generan un espacio permeable y a la vez protegido de las casas vecinas, y hacia el poniente un acceso marcado por los espacios resultantes de la propia vivienda y su ampliación.
Para los espacios exteriores, se planteo una fachada norte totalmente corredera que buscaba la amplitud y flexibilidad de este mismo espacio. La reformulación de un nuevo lenguaje arquitectónico, a través de diferentes ritmos, nos permite entender a esta obra como una manera discreta y a la vez acertada de dialogar con su entorno natural y edificado.