Uno de los programas más afectados por el terremoto del 27 de Febrero pasado, fueron los diversos templos en las regiones RM, VI, VII y VIII. En su mayoría construcciones antiguas de adobe, un 80% presenta serios daños.
Hace un rato vimos una solución temporal para capillas de emergencia, y ahora les queremos presentar un proyecto desarrollado por la oficina Cheungvogl (oficina basada entre Hong Kong y Canada, con proyectos en Inglaterra, Estados Unidos, y más) para la iglesia de San Antonio de Padúa en Chépica, que como pueden ver en el video quedó totalmente destruida salvo su campanario. Este proyecto muestra la preocupación por los arquitectos fuera de nuestro país por contribuir a la reconstrucción. Viendo que la reconstrucción representa una oportunidad única para producir arquitectura de calidad pensando en el largo plazo, esperamos que este proyecto pueda avanzar.
Los dejo con la descripción de los arquitectos y más imágenes. Esperamos sus comentarios:
La iglesia conecta el pasado con el futuro a través de la fe y la reflexión, simbolizando un nuevo inicio a través del final. Dado que las etapas más importantes de la vida de los fieles (bautizo, matrimonio, funeral) se celebran aquí, es un símbolo de nacimiento, cambio y fin material a través del tiempo. Al destruirse la Iglesia, se vuelve una metáfora para el fin, y su mismo inicio.
Dentro de un gran espacio de 850m2 se encuentra un espacio menor de 350m2, discretamente ubicado en el primer nivel, entregando un espacio flexible para reuniones pequeñas.
El dinamismo de la cubierta, entre dos planos, define de manera sutil los espacios interiores. En el acceso, la inclinación de la estructura de la cubierta integra el volumen del campanario con el volumen principal de la iglesia. El pliegue de la cubierta permite extender la altura hacia otro punto directamente sobre el altar. La música rebota y se mantiene en este espacio. Es un lugar de calma, sin divisiones físicas ni metafóricas.
El espacio es penetrado por sutiles rayos de luz entrando por todas las fachadas, sumergiéndose en una extrema tranquilidad. El espacio está amoblado con filas de bancas de madera, orientadas de manera ortogonal, contemplando el altar y la cruz de 7 metros de alto. El muro poniente está cubierto con paneles de madera reciclados, documentando el pasado. Estructuralmente, una estructura de hormigón armado resistente a los sismos se calcula para además proveer una masa térmica que permita enfriar el interior en verano y calentarla en el invierno al almacenar energía.
Chépica encuentra en la reconstrucción de esta iglesia la oportunidad para mostrar su coraje y fuerza luego de la devastación. La arquitectura se vuelve una expresión visible de una fe implacable.
- Christoph Vogl