Desde la época de los Romanos, el hormigón ha sido el material de construcción más común del planeta.
Sin embargo, al mismo tiempo, es una de las mayores fuentes de emisiones industriales: al producir cemento, se emite un 5% del dióxido de carbono del mundo por persona.
Esto puede cambiar, pues un equipo de científicos de la Universidad MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) de Estados Unidos, ha descubierto una formula que a través de una estructura atómica del cemento, se puede aumentar su resistencia y reducir la cantidad necesaria para los proyectos de construcción a un precio mucho más económico.
Estos científicos comenzaron echando un vistazo más de cerca a materiales de baja tecnología utilizando sofisticados métodos que normalmente se aplican a materiales de alta tecnología: de fuerza atómica microscopica. Utilizando como punto fuerte – un elemento cien mil veces más pequeño que un grano de arena.
“Encontramos que una determinada composición crea la máxima densidad y permite que el agua mantenga unidos todos esos átomos muy bien “, dijo Shahsavari, que presentó este hallazgo el día 01 de diciembre en una reunión de los Materiales de la Sociedad de Investigación en Boston, Massachusetts.
Esta no es la primera vez que la industria del cemento ha investigado con la composición del cemento. Durante décadas, nuevas formas de mejorar la resistencia y reducir la huella de carbono de cemento se han probado – la adición de escoria (un subproducto de la cenizas de fundición de minerales metálicos) o volar (un polvo de vidrio y como los residuos producto de las plantas de carbón).
Otros científicos también han desarrollado nuevas ideas para la reformulación de cemento que han llevado a la creación de nuevas compañías de lanzamiento en todo el mundo. En Inglaterra, por ejemplo, Novacem es la creación de cemento que actualmente absorbe dióxido de carbono del aire a medida que se endurece. Dos empresas en Australia, Calix y TecEco, están llevando a cabo una idea similar de “carbono negativo” de cemento con compuestos que contienen magnesio.
Pero la principal ventaja a la receta del MIT es su simplicidad.
Se aumenta considerablemente la fuerza de los materiales del edificio sin necesidad de utilizar nuevos aditivos. No requiere de nuevas infraestructura o de costos.
