Todavía existen lugares en el mundo casi sin intervención del hombre; lugares donde la arquitectura parece no haber llegado. La mayoría de ellos coincide en tener climas extremos, donde no existen los servicios básicos y donde las personas están de paso porque no tienen buenas condiciones de habitabilidad.
Sin embargo, a pesar de ser dificiles de habitar, son muy atractivas en cuanto a paisaje y geografía. Es por eso que para apropiarse de ellas, debe existir una arquitectura diseñada para estos lugares que permita el desarrollo de actividades como por ejemplo el turismo. Esta es una de las actividades que se ha adelantado en el desarrollo de refugios para llevar a las personas a los territorios más alejados, en base a una arquitectura resistente pero a la vez ligera; y que no genere un impacto mayor en su entorno natural.
La mejor forma de construir en estos lugares parece ser adaptándose al entorno según las leyes de sus primeros habitantes. Por ejemplo, en el caso del refugio Ecocamp en las Torres del Paine, en la patagonia chilena, la estructura de los domos de habitaciones son basados en las antiguas construcciones Kawersqar.
Son domos semi-esféricos formados por triángulos isósceles, que permiten resistir de mejor forma a los fuertes vientos, distribuyéndose homogéneamente sobre ellos y evitando así los muros rectos, más vulnerables si es que son ligeros. Además, se minimiza la superficie que entra en contacto con el exterior y el intercambio de temperatura con el interior.
En el área de la investigación, existen soluciones parecidas y también modulares, que permiten adaptarse a cualquier entorno extremo; pero es arquitectura pensada en si misma, en su capacidad de ser flexible y fácil de instalar en el lugar que sea necesario.
En la Estación Polar Teniente Arturo Parodi, en la Antártica Chilena, se intenta llevar la vida humana aunque sea por algunos meses. Tiene una estructura de acero y una membrana de PVC reforzado, afirmada por la misma nieve; de esta forma sus módulos pueden ser sumados hasta formar una especie de cuncuna habitable.
Además estos pueden incorporar los servicios básicos dentro de su propio diseño a través de sanitarios secos o almacenamiento de energía solar. En el caso del Refugio para Red de Monitoreo de Glaciares, su estructura está constuida en fibra de vidrio sobre una placa metálica prefabricada y puede ser levantado por un grupo de 2 a 4 personas en 30 días.
La forma semi esférica se repite; construir un domo o sus variaciones parece ser una buena forma de afirmarse al terreno, ganar resistencia frente al clima y al mismo tiempo mantener la ligereza y la facilidad de transporte, construcción y desmantelamiento.
Sería interesante pensar que estas estructuras pudiesen generar urbanizaciones mayores y así poder alargar la estadía de las personas en estos lugares y quizás ser habitables durante todo el año. Para esto debiesen mantener su principio de no impactar negativamente su entorno, y más bien adaptarse a él según sus propias leyes.
¿Conocen algún otro ejemplo de esta arquitectura que logra colonizar los lugares más extremos del planeta?