- Área: 1000 m²
- Año: 2010
-
Proveedores: Hunter Douglas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se localiza en San Pedro Garza García en una zona semi-boscosa recientemente urbanizada, compuesta por lotes de 10,000 m² y con un estricto reglamento de construcción con hincapié en la protección ecológica. Buscando inspiración en el entorno, lleno de rocas y con una interesante topografía, el proyecto se desarrolla a partir de una serie de cajas que fluyen entre el relieve y la vegetación del terreno. El disperso esquema se teje en una serie de texturas y patios aislados, jugando con la luz y la sombra, protegiendo la casa del clima extremoso del lugar.
Cada una de las necesidades del programa se organiza en uno de los volúmenes; cada volumen mantiene su independencia formal de los demás al ser cubierto en su exterior por mármol travertino, paneles de madera, acero corten, u-glass, o concreto aparente. La composición es regulada por patrón ortogonal en la cual los volúmenes se conectan entre sí mediante pasillos de vidrio duovent, tanto en muros como en el techo, que producen un recorrido por el terreno al mismo tiempo que se tiene resguardo en el interior de la casa. La solidez de los volúmenes es rota por ventanales que se orientan hacia la ciudad o hacia concentraciones de vegetación dentro del mismo terreno.
La casa cuenta con dos estacionamientos: uno de uso diario y otro para autos de colección; sobre el estacionamiento de diario se localiza una habitación para visitas; como continuidad de este volumen, se generan dos cuerpos más, uno con los baños de visitas y otro que alberga el comedor. Junto al acceso y anexo al comedor, se encuentra, a un lado, una sala con un pequeño auditorio y terraza y, al otro, la zona de cocina y un cuarto de costura. A través del pasillo de servicio se llega al estar familiar, al cual también se tiene acceso a través de un pasillo de vidrio que conduce a unas oficinas de trabajo para los dueños. La sala de estar da paso, finalmente, a la recámara principal que cuenta con una recámara anexa para recibir a los nietos. En el sótano, ventilado e iluminado naturalmente aprovechando el desnivel del terreno, se encuentran las áreas de servicios y cuartos de máquinas.
La casa funciona así como un “organismo” en el que sus componentes interactúan entre sí para dar solución a las necesidades del cliente, a las restricciones locales, y a las condiciones del terreno.