Este escultórico armario creado por el artista y diseñador chileno con base en Nueva York, Sebastián Errázuriz, continúa la investigación del artista en los límites entre la funcionalidad y el simbolismo, caminando por la delgada línea entre el arte y el diseño.
Una capa de protección conformada por 80.000 palillos de bambú cubre el gabinete como una armadura de protección, guardando con seguridad las pertenencias personales en su interior. Un conjunto de puertas ocultas se deslizan para revelar sus mecanismos internos y cada uno de sus muchos compartimentos.
El proceso intenso e obsesivo requirió un equipo de 12 trabajadores de la madera con un total de 6 semanas para modelar e insertar de forma individual cada pincho en la estructura de madera tallada anteriormente.
Este largo y tedioso proceso se refleja en la fuerte presencia imponente del gabinete, que invita al espectador a perder la vista en los miles de puntos.