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Arquitectos: Taller de Arquitectura-Mauricio Rocha
- Área: 4765 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Rafael Gamo, Onnis Luque, Sandra Pereznieto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Diego Rivera inició el gran sueño de lograr la Ciudad de las Artes en el Sur de la Ciudad de México en un paisaje de piedra volcánica con vegetación nativa que emerge de ella. En los años 40 ́s empezó a imaginar cómo realizar su proyecto en este lugar, invita a Juan O’Gorman y a su hija Ruth Rivera para colaborar. Imaginan edificios construidos con la misma piedra del lugar, realizan los primeros ejercicios de murales en los techos con las piedras de colores que luego realizarón en Ciudad Universitaria.
El Anahuacalli empieza por una plaza dura con un patio sumergido 45cm de la superficie general con edificios que lo conforman con las esquinas liberadas. Diego Rivera comienza el edificio central que fue su estudio y donde albergó sus piezas prehispánicas más importantes, pero en plena construcción de este edificio, apenas en su segundo piso, Diego Rivera muere en 1957.
Juan O’Gorman y Ruth Rivera deciden continuar el proyecto, en los años 60 ́s terminan el edificio central y cuatro edificios más que terminan de conformar la plaza central. Al oriente un edificio administrativo, al poniente dos edificios con un programa de sala exposiciones y otro como biblioteca y al norte una bodega para las 60 mil piezas prehispánicas no expuestas al público.
El Museo Anahuacalli comenzó a ofrecer a la comunidad talleres de arte y de matemáticas, a realizar más exposiciones con ciertas limitaciones en su infraestructura, por este motivo decidieron hacer un concurso de ampliación para lograr este objetivo en los terrenos contiguos donde está la reserva ecológica.
Nuestro proyecto ganador del concurso construye nuevos edificios en lectura abierta a la traza de los edificios preexistentes y lograr una nueva relación a una plaza blanda donde emerge un patio que es la cuarta parte del patio sumergido de la plaza dura. Los nuevos edificios tienen el mismo nivel de piso y techo de los ya existentes solo dejando en otra altura al edificio principal que fue el estudio de Diego Rivera.
Al sur está la bodega visitante donde se albergan ahora las 60 mil piezas que antes no estaban expuestas pero que ahora el público podrá visitar. Al poniente está el edificio de talleres con una gran sala de danza que también funciona como salón de usos múltiples para conferencias y conciertos, unos pórticos abiertos a un patio interno y dos salones para artes plásticas y matemáticas. Al norte está el edificio de oficinas y al oriente está conformado por los edificios preexistentes logrando una ampliación en la biblioteca.
Estos nuevos edificios en conjunto con los existentes crean un nuevo espacio público con patio central y las esquinas liberadas. Al respetar los niveles de la plaza central en los nuevos edificios, el muelle y el patio se vuelven los articuladores entre espacios construidos dejando abajo una topografía accidentada del paisaje volcánico que permite en ciertos puntos espacios abiertos techados para lograr dos nuevos talleres al aire libre. Los edificios preexistentes toman un nuevo programa o lo amplían.
Los edificios están remetidos en su basamento para lograr un menor impacto con el paisaje, la materialidad de los nuevos edificios con losas de concreto y de piedra volcánica en su basamento, en muros y en la celosía cortada a máquina que a partir de piezas de 30x15cm con altura de 90cm, montadas y entretejidas logran en su modulación una celosía abierta con aperturas que se van regulando a la vista del paisaje.
La antigua bodega se convierte ahora en la zona de mantenimiento, construcción de museografías y recepción de obras para exposiciones, la zona administrativa en una cafetería, tienda y ludoteca, y la biblioteca aumenta su tamaño.
El museo Anahuacalli es un lugar que otorga un gran espacio público además de ofrecer el último periodo de Diego Rivera y la colección de sus piezas prehispánicas que donó al pueblo de México.
Lograr la extensión implicó un diálogo abierto con la arquitectura que ellos realizaron con una interpretación contemporánea y el gran reto de construir en la reserva ecológica, que es una de los pocos ejemplos donde no ha sido alterado su ecosistema, con el menor impacto posible y que la intervención logre ser un vinculador y no un agresor.