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Arquitectos: Irisarri + Piñera
- Área: 3650 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Héctor Santos-Diez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En enero de 2018 un concurso planteó el diseño de la futura ciudad deportiva del Celta. Un programa indefinido y abierto, pero con la ambición de reunir aquello que conforma nuestras ciudades. Lugares públicos, comerciales y residenciales...junto a aquel programa específico y de acceso controlado propio del deporte de máximo nivel y complejidad.
Basado todo ello en algo antiguo como fundar una ciudad en unos terrenos del rural, unico territorio que hoy dia hace posible y sostenible una operación de esta entidad.
El planeamiento de desarrollo y el interés social harían posible el proponer desde hoy, desde una sociedad que reclama el re-encuentro de nuestra urbanidad con la naturaleza, donde hablamos de hábitat, de atmósferas y de diversidad de naturalezas y ritmos de vida.
Usando estrategias tradicionales de adecuación al medio y al paisaje, propusimos un sistema abierto de ocupación del lugar. capaz de acoger un programa evolutivo y diverso Otra vez el MITO DE LA FLEXIBILIDAD y la arquitectura
Cuando los tiempos del urbanismo y de Club se separaron, esa magia de la flexibilidad fue convocada, y junto a ello surgió toda la distorsión y desencuentro entre el urbanismo institucional de nuestro país y la realidad del territorio rural, enormemente más capaz y dinámico, necesitado de nuevos usos que ayuden a paliar la despoblación y que pòsibiliten el reencuentro de la sociedad de hoy con un hábitat capaz de proporcionar un equilibrio entre hombre,arquitectura y medio, distinto a nuestra densa escena urbana
En un pais como Galicia, donde la dispersión y el tejido residencial se cose con hilos de ligeras infraestructuras y una adecuación de micro-escala a las condiciones del sitio y el clima
Y así, como si habitásemos los muros que siempre han construido el paisaje de socalcos, y los hiciéramos tan ligeros a veces que generaran espacios intermedios debajo, el sistema fue confrontado a hecer una primera fase, una pequeña parte para instalaciones del primer equipo.
Con el desafio de ser siempre una arquitectura completa y coherente, lo mismo que la ciudad, desde sus primeras edificaciones adaptadas al lugar, ha sido una arquitectura plena y coherente en cualquier momento, con independencia de tamaño o complejidad programática
Y al igual que el habitar rural es un conjunto de piezas en equipo y paisaje, nuestra arquitectura resulta de la agrupación de piezas especializadas en un conjunto aglutinado por espacios semiclimatizadaos, e intermedios, que aportan el “otro” programa y los “otros” ritmos de la vida. Tres atmosferas responden a las diversas posiblidades que el entorno rural ofrece, y con tres materiales se construye respondiendo a su carácter
Recintos introvertidos de madera para actividades de “interior”, espacios burbuja translúcidos que permitan una experiencia del ambiente exterior, y “aire semi-climatizado”, para ofrecer una total inmersión en el medio, sus ritmos estacionales y su amplia escala.