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Arquitectos: Taller Estilo Arquitectura
- Área: 296 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Manolo Solís
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La recuperación de las viviendas en Mérida, Yucatán han dejado en evidencia las diferentes variaciones de inmuebles en sus características estéticas y programáticas, una de ellas es Casa Pitahaya; una vivienda introvertida debido a sus diferentes alteraciones durante su vida, oscura y poco agradable espacialmente.
La propuesta arquitectónica pretende una vivienda que se ilumine y ventile en todos los espacios que conforman el programa arquitectónico de manera natural, el rescate de la mayor parte de la estructura existente, así como de su naturaleza nos dio la directriz del acomodo y orden de los jardines, espacios naturales que permiten enmarcar el recorrido del proyecto. El uso de materiales naturales de la región y colores neutrales nos ayudan a dar mayor amplitud a los espacios y percibir espacios sencillos y neutrales.
El programa arquitectónico nos presenta desde el acceso principal el recorrido lineal sobre las preexistencias donde se agrega un área vestibular, una sala y posteriormente un área de trabajo, al demoler la losa de la segunda crujía se logró iluminar y ventilar los espacios de manera natural. La carpintería en su mayoría fueron elementos restaurados para ser reutilizados dándoles una nueva vida.
Las comunicaciones entre los espacios pueden ser a través de jardines y árboles que existían en la propiedad, así como por el interior de la vivienda, logrando dos transiciones y maneras de vivir los espacios.
El jardín de los arcos conecta al espacio cocina/comedor que a su vez se conecta con el área social donde se encuentra la piscina, un espacio para el disfrute y descanso. En la parte posterior se colocaron dos recamaras de huéspedes con Jardín y baño. Separando al área de huéspedes del área social para un mayor confort.
Finalmente, la unión entre el edificio principal con el área de huéspedes se logra por la preservación de la vegetación existente que viene a darle al proyecto un balance entre la arquitectura y la naturaleza.
Una vivienda que se vive siempre desde el interior hacia el exterior, buscando el disfrute de los espacios a través de sus guiños naturales que nos regala la preexistencia.