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Arquitectos: OJA (organic and Joyful Architecture)
- Área: 250 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Juan Segundo Diaz Dopazo
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Proveedores: Barbieri, NOI, Peirano, Placa Guatambú, Quadri, Shou Sugi Ban Argentina
Descripción enviada por el equipo del proyecto. CasaGallareta, Villa la Angostura. Patagonia Argentina. 2023. Por OJA (Organic and Joyful Architecture) de la pareja de arquitectos María Ayelén Olivieri Martinez y Juan Segundo Diaz Dopazo.
Me crié en la Patagonia, y luego estudié en Buenos Aires donde conocí a Aye. Siempre supe que iba a volver de alguna manera al sur, realmente es un lugar especial en el mundo con paisajes vírgenes que no se ven en ningún otro lado; lo que nunca imaginé es que tendríamos la oportunidad de diseñar unas casas para mis padres, en medio de un bosque de Arrayanes.
Juan Segundo. El desafío era realizar un complejo turístico de escala boutique (250m2), en un bosque autóctono de Coihues y Arrayanes, con pendiente pronunciada, vistas y a orillas del Lago Correntoso, un espacio sumamente natural y tranquilo.
Planteamos módulos de “landscape cabins” para dos y tres personas, que conforman un elemento más en el bosque. Fundiéndose en el mismo, con una aleatoriedad controlada, compartiendo un mismo lenguaje, pero con pequeñas diferencias entre ellas.
Encontraron su lugar donde no existía vegetación arbórea, en aquellos espacios vacantes. De allí, nuestro principal objetivo: Una arquitectura que conviva con el bosque, sin necesidad de talarlo. Logramos una espacialidad que atrae, que cautiva, que funde los límites entre el interior y el bosque autóctono; en pocos metros cuadrados.
Cada cabaña entonces, conforma un monoespacio, separado en semi pisos con grandes ventanales estratégicos que amplían el espacio hacia el exterior, aprovechando la copa baja y frondosa de los Arrayanes no solo para hacer sentir al usuario como parte del bosque sino también para generar privacidad entre los volúmenes y los espacios comunes del complejo.
Los locales de baño y sanitarios son espaciosos y cómodos. La casa más grande cuenta con una tina exenta con vistas; para disfrutar de un baño de inmersión caliente mientras vemos como nieva por la ventana. Sabíamos que la materialización del proyecto iba a ser todo un despliegue: El terreno angosto, con pendiente y muchos árboles que sortear. Optamos por construir en seco sobre fundaciones de hormigón armado, que necesitaron de una calculada y fina logística.
Por fuera, su morfología rocosa está revestida con la técnica milenaria japonesa “Shou Sugi Ban”, que consta en quemar la primer capa de las tablas de madera (en este caso de eucalipto) para lograr una textura única y particularidades con respecto a la resistencia al agua, la capacidad ignífuga, la sustentabilidad y el poco mantenimiento y al ser negra, presentar fondo para que resalten los verdes de los árboles y blanco de la nieve; combinada en menor cantidad con madera de Lapacho (madera dura color canela, como los Arrayanes), vidrio, zinguería negra y hormigón visto.
Por dentro se empleó un revestimiento monomaterial de Guatambú, una madera clara sin nudo que contrasta perfectamente con el exterior, y da sensación de amplitud. Un material noble en placas, estéticas y rápidas de colocar por su gran tamaño, lo que también aceleró los procesos constructivos. Todo el mobiliario interior está hecho de la misma madera, generando un aspecto limpio, monolítico, y muy simple; que virtualiza los límites entre el mueble y el muro.