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Arquitectos: Lina Ghotmeh Architecture
- Área: 6200 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Iwan Baan, Takuji Shimmura
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto surge como una reflexión sobre la historia y los valores de Hermès, con el arte como punto de partida y punto final. Antes de trazar una línea, realicé con mi taller múltiples "excavaciones": investigación sobre la historia de este lugar, sobre los recursos locales, las particularidades de este entorno, de la tierra húmeda y arcillosa de Normandía lista para ser moldeada.
Construida en ladrillos artesanales, esta construcción narra el poder de la mano. 500.000 ladrillos, fabricados a partir de la tierra local a pocos kilómetros del emplazamiento, estructuran el espacio, anunciando a la vez resistencia y ligereza. Cuidadosamente colocados, por compañeros y maestros albañiles, han permitido la actualización de conocimientos al tiempo que restablecen un vínculo íntimo y emocional con el edificio.
Estructurales, finos y acoplados, estos ladrillos galopan a lo largo de la envolvente del edificio, de vano en vano, se orquestan a intervalos de 9 metros de largo dibujando un cuadrado perfecto de cara a cara: la planta de esta fábrica. Como "una arqueología del futuro", este edificio surge literalmente de la memoria de su lugar, sobre los restos de un hogar magdaleniense que atestigua la relación entre el hombre y sus herramientas. Invita a la naturaleza en su corazón, dibujando el tiempo entre las líneas de la arquitectura y el sinuoso paisaje remodelado por la tierra excavada del lugar.
Las líneas conducen a la entrada, donde uno es abrazado por un patio abierto. Un roble centra el espacio y da paso a la plaza interior: un punto de encuentro, un lugar de diálogo entre artesanos bajo las vigas de madera que lo atraviesan. Aquí el espacio está magníficamente vestido por la obra del artista Emmanuel Saulnier que se ve suspendida en esta "plaza" con grandes agujas que se entrelazan en movimiento y trazan los galopes de los caballos de forma similar a los arcos que visten la arquitectura de este edificio. Este movimiento también se hace eco de los gestos de las manos en el trabajo, cuando los artesanos manipulan los colores, bajo la luz que baña los grandes volúmenes de los diferentes talleres.
Cuero, tierra, ladrillo y madera, este edificio vive en sinergia con la naturaleza. Bioclimático, toma lo que la naturaleza le ofrece sin pedirle demasiado. Sus energías son renovables y bajas en carbono. Es un edificio E4C2 positivo, como toda esta aventura humana. Demuestra que siempre podemos hacerlo bien y mejor gracias a nuestra perseverancia y a la sabia colaboración de las disciplinas.