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Arquitectos: Jirau Arquitetura
- Área: 505 m²
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Fotografías:Walter Dias
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Proveedores: Antônio Impermeabilizações, Bella Pedra, Carpintaria Caruaru, Casa Pronta, Inova Vidros, Júlio Ar-condicionado, Lama Bioarquitetura, Marcelo Gesso, Patrick Carpintaria, Serralharia Tudo é do Pai , Sierra Ambientes, Tapetah, Zeza Cortinas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Muchos de nosotros, arquitectos, pasamos gran parte de nuestra carrera buscando oportunidades o chances de hacer proyectos que nos permitan expresar nuestra forma de pensar sobre un tema en particular y alcanzar la plenitud de lo que una posible "libertad de diseño" nos permita hacer.
Aquí en Jirau, siempre nos ha gustado no esperar esa tal "oportunidad" y, en cambio, entendemos que todos los proyectos, cada uno de ellos, siempre ha sido esa oportunidad. De esta manera, hemos construido nuestros experimentos más exitosos con vivienda social, edificios de apartamentos y residencias.
Siguiendo esta línea de pensamiento, incluso una pequeña casa con pocos metros cuadrados, para un programa social, siempre ha necesitado tener un buen diseño como una de las metas del proyecto. Siguiendo la misma línea, intentamos desmantelar muchas de las certezas localmente consolidadas por el mercado inmobiliario cuando diseñamos edificios de apartamentos. Además, entendiendo la oportunidad única que cada proyecto nos ofrece, vamos ensayando nuestras ideas, técnicas de construcción, materiales, formas y acabados una casa tras otra, que terminan por crear una identidad que nos identifica y, al hacerlo, nos brinda encuentros con ciertos clientes que nos entregan total confianza para diseñar su hogar.
La casa discreta fue uno de esos casos en los que el terreno era maravilloso y los clientes vinieron a buscarnos porque conocían nuestros proyectos, les gustaban y esperaban nuestra arquitectura. Digamos que todas las situaciones favorecieron el surgimiento del proyecto en su plenitud.
Comenzamos por el nombre: ¡Casa Discreta!
Sí, eso era, cuando nos buscaron, no querían una casa para ostentar o marcar una posición social dentro de un grupo. Debía ser una casa para ellos y no para el condominio. No como una posición de egoísmo, sino de autoconocimiento y simplicidad. Y eso es lo que buscamos. El proyecto vibraba con alma y energía. Debía ser una casa para jugar, recibir amigos, descansar, cuidar las plantas, hacer una fogata, leer un buen libro, tomar un vino o dejar pasar el tiempo.
Comenzamos utilizando el terreno de 2.400m² aceptando todo lo que ya estaba allí. Los árboles, los arbustos, todo se quedó en su lugar, y la casa se implantó de manera que no suprimiera ninguno de ellos.
Decidimos crear un retiro frontal de 17m alejando la casa de la calle. Una secuencia de tabiques en el acceso creó el recorrido por plataformas que van guiando al visitante hasta la puerta de entrada en un paseo que desacelera el ritmo de aquellos que vienen de la vida agitada de la ciudad y van transitando esta transición de afuera hacia adentro.
El área social refleja lo que creemos que es lo mejor en una casa. Los espacios están integrados, son amplios y luminosos. Los ambientes son ricos con alturas de techo y materiales distintos que definen los límites entre las salas de estar y la sala de comedor. Un porche acogedor y sombreado rodea la sala por tres lados, creando la sombra y la intimidad necesarias para una construcción nordestina.
Entre el área social y el área de las habitaciones hay un rincón muy especial que tiene vistas a un árbol de jabuticaba, es el rincón de la lectura. Desde allí, el recorrido continúa a través de la circulación que lleva a las habitaciones. Es un pasillo abierto, por un lado definido por una imponente pared de tapia pisada, por el otro, indefinido y sin límites cartesianos, lo que permite que el espacio fluya por el jardín hasta la sinuosa línea formada por el muro de ladrillos blancos. Quisimos que este recorrido fuera una negación al pasillo encerrado. Es una experiencia de comunicación espacial entre el residente y el espacio que se mezcla de afuera hacia adentro.
Para el módulo de las habitaciones, rescatamos la figura del gran balcón de la casa tradicional nordestina. Frente a todas las habitaciones, hay un lugar para la hamaca, los columpios y desde donde se puede contemplar el jardín desde una altura más alta. El jardín, en el corazón de la casa, en el centro de todo, tiene su espacio conformado por un lado por la casa, por el otro, por la piscina natural de forma sinuosa, donde los árboles que ya estaban allí cuando llegamos, definieron los diseños.
La casa es una construcción muy sencilla, de una sola planta, con pequeños desniveles entre algunos espacios que le dan un aterrizaje suave en la ligera pendiente del terreno. La sala y las habitaciones tienen un techo de madera y tejas cerámicas.
Las vigas de madera de la estructura en la sala forman una solución escultural donde cada pieza tiene el ángulo diferente y necesario para adaptarse a la inclinación del techo. También es válido observar el cuidadoso trabajo de detalle de las uniones metálicas que articulan las interfaces entre las piezas de madera y sus encuentros con los muros y pisos de la casa.
La figura de la tapia es un detalle curioso, un experimento con esta técnica constructiva tan tradicional y poco utilizada. En las habitaciones, utilizamos la tapia pisada como muro y principal elemento estructural de este bloque de la casa. En la sala, utilizamos la tapia de mano, una técnica mucho más común y recurrente en las casas sencillas del sertón. El barro es un tema recurrente, ya sea en las dos técnicas de tapia utilizadas, en las tejas cerámicas, en los ladrillos industriales utilizados en los cerramientos, en los adoquines que revisten algunos pisos, en los cobogós de los baños o en el ladrillo manual pintado de blanco en la pared sinuosa.
Además, en cuanto a aspectos de sostenibilidad, la Discreta cuenta con un inteligente sistema de canaletas que capturan, almacenan y reutilizan el agua de lluvia. En la sección de losas planas, sobre los garajes, se encuentra la planta de generación de energía.
La iluminación es abundante en cada ambiente y la ventilación cruzada recorre todos los espacios. La casa es una fortaleza contra el calor tropical y una invitación a la brisa del agreste. Recuerdo que Wandenkolk decía que "la arquitectura debe ser escultura, por dentro y por fuera" y eso me hace pensar que la Discreta tiene esa cualidad. Estar en la casa es como recibir un abrazo. La casa tiene color, su arquitectura tiene vida. Y en este tipo de proyecto es en lo que creemos.
