La industria de la arquitectura y la construcción ha experimentado una transformación con la integración de diversas herramientas digitales, ahora indispensables para el proceso de diseño. La bienvenida a las tecnologías ha agilizado eficazmente las operaciones, mejorado la eficiencia y elevado la calidad del diseño. Sin embargo, este cambio ha resultado en una brecha digital que va más allá de la accesibilidad a herramientas y software. También abarca el aspecto crucial de la integración de las comunidades tradicionales e indígenas en el panorama del desarrollo urbano. ¿Puede el avance de la tecnología apoyar el crecimiento de la arquitectura vernácula? ¿Pueden las prácticas de construcción autóctonas encontrar un lugar en la visión de un futuro digitalizado?
Una industria tradicionalmente lenta en adoptar tecnología se ha revolucionado principalmente con la introducción del software de diseño asistido por computadora (CAD). Las herramientas digitales han permitido a los arquitectos crear estructuras más precisas, eficientes y sofisticadas, abriendo puertas a nuevas vías en la construcción. Si bien las grandes empresas de construcción aprovechan tecnologías avanzadas como drones, impresión 3D y dispositivos de Internet de las cosas (IoT) para mejorar la gestión y la eficiencia de los proyectos, existe una brecha digital evidente. Esta división deja atrás las prácticas de construcción indígenas y las técnicas vernáculas en la marcha hacia un futuro digital.
Herramientas como Revit, AutoCAD y Rhino han facilitado enormemente el diseño y la visualización de la arquitectura digital. Estas herramientas, sin embargo, están diseñadas para la construcción de edificios modernos utilizando materiales industrializados, lo que las hace menos propicias para las composiciones de materiales únicas y cruciales para la construcción indígena, como arcilla, pasto, cáscara de arroz y tierra. Numerosas comunidades en todo el mundo dependen de la autosuficiencia para construir y ampliar sus estructuras, lo que las hace vulnerables a la brecha digital. Los cambios en las regulaciones de construcción y la falta de acceso a herramientas digitales los obligan a depender de consultores externos para sus necesidades de diseño y construcción. El desafío radica en el complejo esfuerzo de conjugar la construcción vernácula tradicional con la tecnología moderna.
Los materiales ecológicos y de origen local son fundamentales para la arquitectura vernácula, pero a menudo quedan fuera del ámbito del modelado de información de construcción (BIM) debido a su base de datos de materiales estandarizada. La construcción vernácula se basa en materiales no convencionales, específicos de la región, que no están fácilmente disponibles en las bibliotecas BIM, lo que requiere entradas personalizadas y conocimientos especializados para su inclusión. La naturaleza informal y no estandarizada del conocimiento vernáculo de la construcción desafía aún más a BIM, que se nutre de la precisión basada en datos. Para respaldar la arquitectura vernácula, las herramientas deben evolucionar para volverse más inclusivas y ofrecer opciones fáciles de usar para la integración de materiales. En consecuencia, los proyectos de construcción en regiones rurales pueden encontrar herramientas digitales que no se adaptan a sus necesidades, lo que podría alejar la experiencia vernácula en un mundo cada vez más digital.
El análisis de estructuras construidas mediante técnicas indígenas y vernáculas utilizando herramientas digitales de análisis estructural presenta desafíos. Estos métodos frecuentemente involucran materiales y técnicas de construcción no tradicionales que no se alinean fácilmente con el software de análisis y modelado digital estandarizado. La naturaleza intrincada y específica del contexto de muchas estructuras indígenas se resiste a una simple representación digital, lo que complica la creación de modelos precisos. La ausencia de planos arquitectónicos formales y la dependencia del conocimiento local, que a menudo no está documentado de manera exhaustiva, obstaculiza aún más la aplicación eficaz del análisis estructural digital.
Las construcciones vernáculas ofrecen importantes beneficios ambientales, incluida la eficiencia energética, la calefacción y refrigeración pasivas y el uso de materiales locales. Las prácticas tradicionales reducen las emisiones de carbono, mejoran la calidad del aire interior y utilizan propiedades de masa térmica eficientes. Es posible que los sistemas de calificación convencionales como LEED no midan con precisión los aspectos ecológicos de la arquitectura vernácula, ya que está diseñada para métodos de construcción industrializados. La integración de estructuras vernáculas en estos marcos exige adaptación e innovación en el análisis digital.
Una cuidadosa combinación de tradición y modernidad puede tener un impacto significativo en términos de sostenibilidad. La construcción vernácula aprovecha los recursos disponibles no sólo para crear estructuras arraigadas en su contexto sino también para minimizar el impacto ecológico de la construcción. Para cerrar la brecha digital, es esencial preservar la artesanía tradicional y al mismo tiempo integrar la tecnología digital. Han surgido iniciativas como estructuras de adobe impresas en 3D y análisis de estrategias pasivas, que enfatizan la construcción digital y al mismo tiempo salvaguardan las identidades culturales. Cerrar esta brecha requiere un enfoque participativo y experiencia local. Los arquitectos deben interactuar con las comunidades, integrando su sabiduría en los procesos digitales para enriquecer el diseño y preservar el conocimiento vernáculo.
La digitalización de los métodos de construcción autóctonos es esencial para fomentar la inclusión en una visión compartida del futuro, evitando la alienación de las comunidades locales del paisaje construido en evolución. La democratización de la tecnología garantiza que todos participen en la configuración de este futuro, lo que da como resultado un diseño y una construcción adaptados a cada región. Reconocer el impacto de la industria de la arquitectura y evitar exacerbar la brecha digital es crucial. Las herramientas digitales deberían permitir a las personas diseñar según sus necesidades en lugar de ajustarse a las limitaciones de las herramientas. Para las naciones indígenas, la tecnología puede ofrecer un camino para ejercer la soberanía y celebrar sus identidades culturales únicas.
This article is part of the ArchDaily Topics: Decarbonize Architecture presented by Holcim.
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