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Arquitectos: Catalina Poblete, Guillermo Hevia García
- Área: 800 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Felipe Ugalde
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Desplegando el archivo y la colección. El depósito de una colección o una institución cultural suele ser un espacio sin acceso al público en el cual se almacenan obras de manera extensiva bajo estándares de conservación protocolarizados. Su complemento suele ser un edificio o espacio de acceso público como un museo, un centro cultural o una galería. En el caso de una colección privada, el complemento del depósito es un espacio doméstico de acceso restringido como una casa, un departamento o una oficina.
Colección Ca.Sa se sitúa en un punto intermedio, una colección privada con interés por lo público, que al contar con un acervo de 1500 obras de arte chileno y latinoamericano comprende que su rol con la sociedad debe ampliarse y complementarse con la puesta en valor, difusión, estudio y educación. Lo anterior implica cambiar las condiciones en torno a como almacenar y exhibir arte, rompiendo con la idea de que un edificio es el soporte para el arte y la consolidación de una institución.
El proyecto del Archivo Colección Ca.Sa tiene su punto de partida en el programa, o más bien en dotar de programas a un espacio destinado originalmente para el guardado de obras (no humanos) y permitir la coexistencia con las personas. En lugar de sólo almacenar, el diseño de un conjunto de dispositivos móviles de soporte y exhibición permiten cargar de usos un espacio que conceptualmente no los tiene, así el depósito será entendido como un archivo y en el tendrán lugar nuevos usos e interacciones.
El proyecto propone cargar de programa una bodega de doble altura en la comuna de Renca, generando un acceso, un sistema para el registro y catalogación de las obras, una tarima con rieles para la exhibición de obras bidimensionales, estructuras tridimensionales para almacenar esculturas, una biblioteca de obras bidimensionales, una galería con paneles móviles que permiten transformar un espacio de curaduría interna, un espacio de trabajo con una cortina móvil para proyección de videos y una tarima móvil para charlas y conferencias, una oficina y biblioteca, una mesa amebosa para distintos tipos de reuniones y una cocina y bar para reuniones sociales.
La arquitectura y sus operaciones convencionales han sido reemplazadas por un conjunto de dispositivos móviles destinados a almacenar, desplegar y exhibir las obras, permitiendo que el movimiento introduzca el cambio en cómo se almacena y exhiben obras de arte, y que permita desplegar las obras y funcionar como base de operaciones para la circulación de la colección como un agente de cambio cultural.