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Arquitectos: Cherry Art Hub
- Área: 39 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Relja Ivanic
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Proveedores: Blanco, Ideal Stone, Vuno Design
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El apartamento está diseñado para dos personas como un espacio único con el dormitorio insertado – el método único, que consiste en crear un texto nuevo dentro de la frase que estamos acostumbrados a.
El dormitorio desempeña el papel del parásito mientras que todo lo demás en el apartamento está posicionado en relación al intruso. La amansada plaga, en el mismo tiempo desnuda y rodeada, se convierte en aliado, cambia su identidad, pero no la función. Él juega con la estructura en la que está situado. Está indicado, pero no se destaca.
Ese juego de términos opuestos, complementa el significado de residir. Eso conduce a una nueva comprensión de las relaciones, la complejidad de las funciones y las necesidades de los usuarios. Siguiendo el modelo de buenos ejemplos de la arquitectura japonesa, la funcionalidad de cada metro cuadrado se proporciona al usuario. Al lado de enorme espacio para almacenamiento, la dominante sala de estar no se ha perdido.
Los muebles abrazando las paredes, las únicas verdaderas fronteras del apartamento, aun dejan libre espacio. Todo ha sido optimizado de manera que el usuario pueda, sin problemas y sin hacer concesiones, satisfacer todas sus necesidades eligiendo diversas actividades. Así, entre otros, para la recreación. Desde los ejercicios de estiramiento diarios hasta los ejercicios en pareja, el salón grande ofrece suficiente amplitud para los movimientos de cuerpo necesarios.
La mesa de comedor extensible, puesta dentro del gabinete, en el borde de sala de estar, es móvil y lista para ser antifrión para seis invitados a la cena, mientras que el sofá modular ofrece el hospedaje para una persona más. Sin embargo, precisamente por la amplitud del espacio y las diferentes posibilidades del salón, también se siente una provocación a costa de la percepción. Las líneas de colimación de las habitaciones que se unen, de modo que, en cada habitación, que, naturalmente es más pequeña en metros cuadrados, se da la impresión de amplitud. Es posible entrar en cada cáscara del espacio, lo que garantiza una mayor intimidad más profundamente que entramos, sin perder de vista el resto del apartamento. Se crea una sensación de unicidad: un todo establecido como una interpenetración mutua de dos mundos, el exterior y el interior. Se pone en duda la sensación de aislamiento, de pertenecer a una determinada habitación. Se ha construido la riqueza de todo lo que hay en el medio, todo lo que ni siquiera sabíamos que podíamos experimentar en un apartamento de muy pocos metros cuadrados.
La simplicidad de los materiales se conserva en los elementos del mobiliario, el suelo y las paredes, mientras que los límites internos son destruidos por las imágenes que crean un taller de colores que se extiende por toda la membrana.
Lo que no se ha renunciado es que el espacio debe adaptarse a las necesidades y no sufrir en ningún caso por elementos estéticos. La calidad se refleja en la simplicidad del diseño del proyecto, no en embellecimiento estético adicional.