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Arquitectos: a|911
- Área: 32500 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Onnis Luque
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Proveedores: Cemex, Zeraus Iluminación
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Como parte de la estrategia nacional de ordenamiento territorial liderada por SEDATU, se planteó la renovación integral del Malecón de Calderitas ubicado a unos nueve kilómetros del centro de la ciudad de Chetumal, en el estado de Quintana Roo. El concepto del proyecto busca hilvanar diferentes actividades a través de un hilo conductor que es el eje rector de todo el proyecto. La zona gastronómica del sitio, identificada como el área con mayor afluencia peatonal, vehicular y turística del malecón, se integra con el mar tanto natural como artificialmente, aprovechando el playón existente con un sistema de andadores estructurados que permite el paso de peatones de una manera segura sobre el mar. La movilidad y accesibilidad del sitio fue muy importante ya que antes de hacer una intervención en la vialidad se buscó dar prioridad al peatón y al ciclista, ajustando el sentido vial en una sola dirección, reduciendo el ancho de la calle a un solo canal, ampliando la banqueta y ciclovía, y colocando tanto la vía vehicular como la peatonal a un mismo nivel delimitado entre una y otra por bolardos. Todas estas acciones permitieron que se hiciera una mejora en la accesibilidad al sitio integrando nuevas intersecciones con el espacio intervenido.
El programa contempla la reactivación de los espacios gastronómicos del sitio ubicados frente al playón, conformando un nuevo borde andador en la alberca natural con una plataforma que integra a los restaurantes convirtiendo el sitio en la gran plaza gastronómica del malecón. Se ubicaron espacios contemplativos mirando al mar en zonas ya afectadas de la barrera de mangle que bordea todo el malecón, para no intervenir la vegetación existente, siendo una de ellas la Plaza del Agua, que a modo de escalinata de piedra permite al usuario acercarse a la orilla del mar. Uno de los espacios icónicos del proyecto es la torre mirador de 15 metros de altura, concebida para ver los atardeceres que ofrece la zona junto al azul turquesa del mar. La torre está compuesta por una columna central en forma de triángulo equilátero de concreto armado apuntando hacia el mar y abriéndose hacia los otros lados adyacentes. La escalera está recubierta por una piel porosa de madera que permite que todos los niveles sirvan de mirador a distintas alturas y brinda seguridad al usuario.
La imagen urbana del proyecto está compuesta de materiales locales tanto en cromática como en texturas, trabajando elementos con madera de zapote tratada para exteriores en zonas de bajo transito como muelles, pasarelas y plataformas. Se utilizó piedra del sitio para los muretes y concreto mezclado con los minerales locales logrando tonalidades similares a la piedra del lugar. Se realizó un diseño de pavimento con tres distintos colores en tonos ocres y arena. La selección de la paleta vegetal responde a la preservación y potencialización de la identidad del sitio, generando acentos y zonas de transición con especies perennes y caducifolias, de porte medio y alto de acuerdo a la zona donde se ubicaron.