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Arquitectos: Mariluz Sánchez Moral, Padilla Nicás Arquitectos
- Área: 2500 m²
- Año: 2023
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: Cristaleria Iberica, Desmon, GRUPO PAMESA CERAMICA, TAU Ceramica, Prissmacer, Ecoceramic, Geotiles, Navarti, LedsC4, Roca, Simer S.A, Tarkett, Tempio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La oportunidad de crear un espacio urbano que conectara el interior del patio con una pequeña plaza ubicada en la calle Cartagena adyacente se nos presentó desde el principio como el objetivo fundamental del proyecto. Este nuevo espacio urbano permitiría, al mismo tiempo, recuperar las vistas de las fachadas traseras de un edificio notable, la Casa de Baños de la Guindalera, para la ciudad.
Para hacer compatible este deseo con el desarrollo del programa de usos solicitado, el nuevo edificio propuesto se eleva del suelo sobre una gran parte de su huella, sostenido por un sistema de delgados pilares de concreto y acero, creando este espacio urbano cubierto, que puede permanecer abierto o cerrado según las necesidades de uso y horario.
De esta manera es posible completar con un nuevo edificio el bloque de forma trapezoidal de 2,000 m2 en el que ya se encuentran ubicados otros dos edificios de carácter y fecha de construcción muy diferentes: la Antigua Casa de Baños (1932) convertida a principios de los años 1980 en un Centro Cultural y un edificio adosado al muro medianero (2006).
Fue una decisión clave mantener en la Casa de Baños los usos que ya albergaba, como la biblioteca, el salón de actos y los espacios de apoyo, con la clara intención de respetar el carácter consolidado del edificio. Por el contrario, es en el nuevo edificio donde se encuentran los usos más recreativos, salas multiuso y taller, que entran en juego con la geometría del plano de planta, derivada de los límites de la parcela y los necesarios retranqueos a los múltiples edificios colindantes.
Para crear el espacio urbano cubierto, la estructura del nuevo edificio debe ser lo suficientemente resistente para cubrir grandes vanos en los pisos inferiores. Esto requiere una losa, como techo del primer piso, con nervaduras de 95 cm de alto. Este requisito estructural se traslada también a los pisos superiores, ya que los polideportivos deben poder funcionar como una unidad, lo que significa que la mayor parte de su superficie debe estar libre de apoyos.
En relación con el envolvente, la restauración de los morteros originales de la Casa de Baños otorga un enorme valor a su aspecto exterior rejuvenecido, y este mismo acabado se utiliza en las fachadas del nuevo edificio, buscando un diálogo entre construcciones. Este acabado, con su textura rugosa y tono ligeramente ocre, es completamente visible en los pisos inferiores, los más cercanos visual y espacialmente a la Casa de Baños. Aunque en los pisos superiores, está cubierto con un sistema de piezas de porcelana verticales, que pasan frente a las aberturas con cierta libertad, y que se relacionan con las fachadas de ladrillo visto tan presentes en el barrio.