-
Arquitectos: Garrido Lizarraga Arquitectos
- Área: 400 m²
- Año: 2022
-
Fotografías:Manolo Solís
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa Zen fue concebida para la familia de una maestra de yoga que deseaba integrar su residencia con un espacio de estudio. El programa arquitectónico requería los elementos básicos de una vivienda unifamiliar, con la única condición impuesta por los propietarios de preservar la mayor cantidad posible de árboles existentes, evitando su tala a toda costa. Este desafío de conservar los árboles fue, en realidad, el motor del proyecto, ya que el planteamiento y el concepto arquitectónico surgieron a partir de esta premisa.
Tras definir el emplazamiento en términos de zonificación, se procedió al diseño de los espacios interiores y sus conexiones. Un pórtico a doble altura señala el acceso a la casa principal, mientras que otro pórtico de menor tamaño (2 metros de altura) marca el acceso al salón de yoga. Al ingresar al primer pórtico a doble altura, se puede optar por continuar directamente hacia la terraza techada o ingresar al interior de la vivienda. Un espacio a doble altura, interrumpido por un puente curvo, actúa como transición entre el comedor y la cocina.
En el segundo nivel, este mismo espacio conecta el family room con las recámaras. Este punto es el corazón del proyecto, ya que todos los espacios convergen aquí, promoviendo la convivencia familiar y permitiendo disfrutar de una arquitectura dinámica gracias a las variadas perspectivas creadas por los vacíos, las dobles alturas y el juego de luces y sombras.
La construcción de la casa emplea concreto expuesto tanto en muros como en plafones, mientras que los pisos están acabados con cemento blanco desbastado y las ventanas cuentan con cancelería en color negro. Esta paleta cromática neutra resalta la belleza natural del terreno, utilizando los muros altos y extensos de concreto como lienzo para que la naturaleza dibuje su silueta sobre ellos.
El proyecto culminó con la preservación de 45 árboles endémicos y una significativa reducción de la temperatura ambiente en comparación con otras áreas de la ciudad. Gracias a esta conservación, la fauna local pudo mantener su relación con el entorno, permitiendo que pájaros como loros, colibríes, cardenales y ruiseñores continúen utilizando sus nidos y zonas de descanso. La casa se caracteriza por una arquitectura sobria, serena y minimalista, que no busca destacar en su contexto, sino integrarse en él y aprovechar sus virtudes.
