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Arquitectos: Zooco Estudio
- Área: 140 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Imagen Subliminal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se realiza en una vivienda existente dentro de un edificio de vivienda colectiva ubicado en el pintoresco barrio de Puertochico en Santander. Urbanísticamente resuelve la confluencia de 3 calles diferentes con importantes desniveles entre ellas y preside una pequeña plaza que se genera de la unión de las vías, lo que otorga a la edificación una geometría compleja ya que resuelve un triple chaflán, originando ángulos cerrados en sus fachadas y patios interiores.
Se trata de un edificio construido a finales del siglo XIX con protección ambiental en las fachadas, plagadas de molduras decorativas, ventanas con palillería y amplias galerías de madera y vidrio, y presenta las características constructivas propias de la época. La envolvente está realizada a base de muros perimetrales de carga mixtos, de piedra caliza en las plantas inferiores y ladrillo macizo en las plantas más elevadas. En el interior, la estructura se completa mediante un sistema de pilares y vigas de madera de roble y forjados de viguetas y tillo de madera de pino rojo.
La vivienda apenas había sufrido cambios en la distribución original, y presentaba la clásica configuración de largos pasillos y estancias con alcobas comunicadas entre sí, generando una especie de laberinto de pequeños espacios oscuros. La intervención busca el aprovechamiento máximo del espacio y la luz natural disponibles. Para ello se obvia la retícula que marca la estructura de pilares y vigas existentes y se introducen "dos nuevos elementos" que generan nuevos espacios intersticiales con los límites existentes de la vivienda, y liberan el mayor espacio posible en el interior de la misma aprovechando la orientación al sur.
Los espacios intersticiales albergan las estancias de servicio como aseos, cocina, instalaciones y cuarto de lavado, así como los espacios más privados que son los dormitorios. El gran espacio central se convierte en el corazón de la vivienda, a modo de "plaza", dónde se llevan a cabo las actividades en conjunto, es dónde se vive, se come, se trabaja, se juega….
Mientras que los límites existentes de la vivienda se tratan con paramentos lisos en color blanco, los "dos nuevos elementos "se tratan con un panelado continuo y modulado de madera de roble, quedando las diferentes puertas y espacios de almacenaje totalmente integrados y ocultos. Se establece así una diálogo material y espacial entre la madera existente original de la estructura y la madera nueva del panelado, que deja patente la intervención realizada y el paso del tiempo en el espacio.
El resto de materiales empleados en las diferentes estancias, como cuartos húmedos o cocina, cumplen con las necesitades funcionales de las mismas, pero buscan siempre la neutralidad y la atemporalidad, sin robar protagonismo en ningún momento al elemento principal del proyecto. Se trata de una actuación armoniosa y respetuosa entre lo tradicional y lo contemporáneo, a modo de reivindicación de la fusión de distintas épocas, que pone de manifiesto la evolución en la forma de entender la vivienda con el paso del tiempo y el cambio de las relaciones sociales dentro de núcleo familiar.